Un estudio de la universidad de Cornell en los Estados Unidos, dirigido por Steven Petesch y John Lis, ha profundizado estudios anteriores que nos permitían comprender cómo el proceso de desenrollar el ADN sucede de forma independiente de la transcripción por la ARN polimerasa II. Antes de estos estudios muchos científicos pensaban que que la ARN polimerasa II jugaba un papel muy importante en el proceso de desenrollar el ADN.
El genoma del ser humano contiene alrededor de 3.000 millones de pares de bases. Éstos están muy densamente compactados en el núcleo de la célula. Se calcula que si una hebra de ADN tuviera el mismo grosor de un cabello humano, en caso de desenrollarse y alinearse una al lado de la otra, tendrían una longitud de varios cientos de kilómetros.
Este nuevo estudio ha mostrado cómo las células experimentan la transcripción, proceso por el cual el ADN se desenreda y una compleja enzima llamada ARN polimerasa II lee los pares de bases de ADN del gen en cuestión y los transcribe en ARN. De esa forma el ARN indica que proteínas específicas debe fabricar la célula, de acuerdo con el modelo de un gen.
En este estudio se han utilizado genes de choque térmico tomados de la mosca de la fruta, estos genes se activa cuando la temperatura llega a un nivel determinado, por ejemplo, en días con mucho calor. Ocurriría algo parecido cuando a los humanos nos sube la fiebre. Estos genes se encuentran en muchos organismos y les protegen de la subida del calor, evitando que las células sufran daños. Aplicando calor, el equipo de investigación fue capaz de iniciar el proceso de desenrollamiento del ADN y la transcripción de los genes, en cuestión de pocos segundos.
Al subir la temperatura, la proteína llamada Factor de Choque Térmico facilita el proceso de transcripción. Uno de los principales hallazgos de los investigadores fue que el Factor de Choque Térmico activa procesos en los que se involucran enzimas fundamentales que causan que finalmente la enzima PARP produzca localmente PAR, un largo polímero similar al ADN y al ARN.
En un ADN compactado, las hebras se ajustan estrechamente alrededor de proteínas llamadas histonas. El PAR compite con el ADN para enlazarse a las histonas, ayudándolas a desenrollarse de sus "carretes" y descompactarse. En este estudio se descubrió que a los pocos segundos de aumentar la temperatura, el Factor de Choque Térmico interviene para iniciar el proceso de modificación de histonas y el despliegue del ADN, antes de la transcripción.
Este proceso es totalmente independiente de la labor de la ARN polimerasa II con la transcripción genética. Sin embargo, depende por completo del Factor de Choque Térmico y de la capacidad de la PARP para producir cadenas PAR.
Fuente:
http://noticiasdelaciencia.com/not/3549/averiguan-en-detalle-como-el-adn-se-despliega-para-la-transcripcion/
Realizado por:
Clara López Casillas
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