Especialistas del Centro de Biotecnología Genómica del Instituto
Politécnico Nacional, en México, identificaron hongos
benéficos que ya fueron probados como agentes de control de enfermedades
en los cultivos de algodón. Entre ellos, Trichoderma koningiopsis, el
cual parasita o mata los fitopatógenos que atacan la planta.
Originario de México, el algodón en el noreste del país llegó a cultivarse hasta 300.000 hectáreas al año, pero dejo de sembrarse por el alto consumo de agroquímicos, la resistencia de las plagas, insectos y enfermedades que hicieron incosteable su producción.
El doctor José Luis Hernández Mendoza, del Laboratorio de Biotecnología Experimental del CBG en Tamaulipas, explica que en esta región se aisló y evaluó el hongo Trichoderma koningiopsis para contrarrestar la plaga de Phymatotrichum omnívora, que genera la Pudrición texana, principal enfermedad de la planta.
De acuerdo con el especialista politécnico, el Trichoderma koningiopsis en algunos casos combate o impide el crecimiento de los fitopatógenos que atacan la planta de algodón como el P. omnívora, Fusarium spp y Macrophomina phaseolina.
El P. omnívora (Pudrición texana) es una enfermedad en el norte de México y sur de EEUU, ataca a más de 200 especies vegetales, les causa infección en la raíz, impide el movimiento de la sabia y la muerte de la planta, las infectadas presentan decaimiento, marchitez y muerte.
El especialista del IPN comenta que el hongo Trichoderma koningiopsis en algunos casos impide el crecimiento de los fitopatógenos del cultivo y sirve como fungicida. “Impide su desarrollo, los inocula en el tallo de las plantas de algodón en invernadero. El resultado muestra que este hongo incrementa la biomasa”.
Además, el hongo Trichoderma koningiopsis puede impedir el crecimiento de un fitopatógeno, parasitarlo o destruir al hongo que enferme la planta algodonera, también es inoculante ya que produce ácido indol acético al mezclarse con la semilla antes de su siembra. De esta manera previene el desarrollo de enfermedades y estimula el crecimiento de la planta en una sola aplicación.
La investigación del IPN expone que la prevención de la enfermedad (Pudrición texana) se ha logrado, al implementar la rotación de cultivos, de manera particular la soya, sorgo, col, cebolla y ajo que producen sustancias que evitan la “instalación” de hongos dañinos.
Fuente:
LINK
Originario de México, el algodón en el noreste del país llegó a cultivarse hasta 300.000 hectáreas al año, pero dejo de sembrarse por el alto consumo de agroquímicos, la resistencia de las plagas, insectos y enfermedades que hicieron incosteable su producción.
El doctor José Luis Hernández Mendoza, del Laboratorio de Biotecnología Experimental del CBG en Tamaulipas, explica que en esta región se aisló y evaluó el hongo Trichoderma koningiopsis para contrarrestar la plaga de Phymatotrichum omnívora, que genera la Pudrición texana, principal enfermedad de la planta.
De acuerdo con el especialista politécnico, el Trichoderma koningiopsis en algunos casos combate o impide el crecimiento de los fitopatógenos que atacan la planta de algodón como el P. omnívora, Fusarium spp y Macrophomina phaseolina.
El P. omnívora (Pudrición texana) es una enfermedad en el norte de México y sur de EEUU, ataca a más de 200 especies vegetales, les causa infección en la raíz, impide el movimiento de la sabia y la muerte de la planta, las infectadas presentan decaimiento, marchitez y muerte.
El especialista del IPN comenta que el hongo Trichoderma koningiopsis en algunos casos impide el crecimiento de los fitopatógenos del cultivo y sirve como fungicida. “Impide su desarrollo, los inocula en el tallo de las plantas de algodón en invernadero. El resultado muestra que este hongo incrementa la biomasa”.
Además, el hongo Trichoderma koningiopsis puede impedir el crecimiento de un fitopatógeno, parasitarlo o destruir al hongo que enferme la planta algodonera, también es inoculante ya que produce ácido indol acético al mezclarse con la semilla antes de su siembra. De esta manera previene el desarrollo de enfermedades y estimula el crecimiento de la planta en una sola aplicación.
La investigación del IPN expone que la prevención de la enfermedad (Pudrición texana) se ha logrado, al implementar la rotación de cultivos, de manera particular la soya, sorgo, col, cebolla y ajo que producen sustancias que evitan la “instalación” de hongos dañinos.
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