Se ha descubierto un nuevo procedimiento conocido como estimulación cerebral profunda, pueden aliviar los síntomas del Parkinson y otros trastornos del movimiento. Este tratamiento consiste en enviar impulsos eléctricos por el cerebro mediante electrodos implantados.
Sin embargo, nadie sabe exactamente por qué la estimulación eléctrica del cerebro es tan favorable. Un estudio publicado recientemente, en Nature Neuroscience, ofrece una posible explicación de los beneficios que se han observado en la enfermedad de Parkinson: evita que las neuronas se sincronicen demasiado.
Si este tratamiento se confirma con estudios adicionales, podría llegar a ser útil para fabricar dispositivos más sofisticados y efectivos que realicen un seguimiento de la actividad cerebral y ajusten la estimulación automáticamente.
Si este tratamiento se confirma con estudios adicionales, podría llegar a ser útil para fabricar dispositivos más sofisticados y efectivos que realicen un seguimiento de la actividad cerebral y ajusten la estimulación automáticamente.
Las neuronas sanas no se activan de forman aleatoria, a veces, existe un ritmo de baja frecuencia que señala sus momentos de actividad, como si se tratara de un director que ajusta el ritmo de una orquesta. Numerosos estudios sugieren que la sincronización juega un papel importante en muchas de las funciones cerebrales, desde la memoria hasta la percepción del movimiento.
Diversos investigadores de la Universidad de California en San Francisco (EEUU), dirigidos por el neurocirujano Philip Starr, encontraron con anterioridad que esta sincronización es raramente alta en la corteza motora de la gente con Parkinson en comparación con los pacientes de distonía o con epilepsia.
Este mismo grupo acaba de encontrar que la estimulación cerebral profunda reduce el exceso de sincronización que habían descubierto anteriormente. Una de las autoras del estudio asegura que las células del cerebro necesitan un equilibrio entre la coordinación y la independencia. El Parkinson hace que estas células de la corteza motora puedan tener problemas para diferenciar su actividad del ritmo de baja frecuencia para poder iniciar el movimiento. Esto podría explicar por qué las personas con dicha enfermedad se quedan paralizadas o se mantienen rígidas.
Durante el estudio se observó a los pacientes que habían sido sometidos a cirugía cerebral profunda para tratar la enfermedad de Parkinson con los electrodos implantados en sus estructuras cerebrales que controlan el movimiento. El estudio tan sólo indicaba el momento de la cirugía, pero actualmente un grupo está registrando los datos que obtienen de algunos de los pacientes de Parkinson con electrodos permanentes en la superficie del cerebro junto a un implante de estimulación cerebral profunda, para ver si de verdad esta conexión se mantiene.
El objetivo final es encontrar una señal medible que pueda usarse para mejorar esta terapia, y así, sintonizar automáticamente un estimulador cerebral profundo. Los estimuladores actuales tienen que adaptarse a cada paciente a través de un proceso de ensayo y error, y estimulan el cerebro de forma continua. Sin embargo, si se pudiera inventar un dispositivo mejor, éste podría autoajustarse según la actividad del cerebro y producir estimulación sólo cuando fuera necesario, pero para ello debemos saber más.
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