La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE UU (FDA) ha aprobado para consumo humano un salmón modificado genéticamente para crecer en la mitad de tiempo. Es el primer animal transgénico destinado para servirse como comida en el mundo. Este mismo año, científicos chinos anunciaron la creación de vacas lecheras transgénicas más resistentes a la tuberculosis.
La empresa biotecnológica estadounidense AquaBounty, creadora del salmón, ha aplaudido en un comunicado la decisión del organismo regulador de EE UU. Su pez, bautizado AquAdvantage, es un salmón atlántico al que se ha añadido ADN del salmón real, una especie gigante del océano Pacífico. Gracias a esta modificación, los peces producen más hormona del crecimiento y pueden alcanzar en año y medio la talla típica de los tres años, el tamaño que demanda el mercado. La empresa ya anunció en 2010 la aprobación inminente de su producto, que al final se ha retrasado cinco años en medio de protestas de organizaciones antitransgénicos.
La FDA no obliga a que el salmón AquAdvantage sea etiquetado como transgénico, ya que "es tan seguro y nutritivo como el salmón atlántico no modificado genéticamente" y "no es materialmente diferente". En Europa, la empresa no ha solicitado la aprobación de su pez, según confirma Josep Casacuberta, científico del CSIC y miembro del grupo de transgénicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
El salmón transgénico recibe la luz verde después de más de 25 años de exámenes. Uno de los principales argumentos de los detractores de AquAdvantage es el temor a los efectos de un escape al medio ambiente. La FDA asegura que las instalaciones en las que se criará el animal —tanques en tierra en la isla del Príncipe Eduardo (Canadá) y en Panamá— "disponen de una serie de barreras físicas múltiples y redundantes para evitar que los huevos y los peces se escapen". Las instalaciones, explica la FDA, estarán vigiladas por patrullas con perros y rodeadas de alambre de espino. Además, solo se producirán hembras esterilizadas, según el organismo regulador, aunque la técnica de esterilización no es infalible.
Fuente: El País
La empresa biotecnológica estadounidense AquaBounty, creadora del salmón, ha aplaudido en un comunicado la decisión del organismo regulador de EE UU. Su pez, bautizado AquAdvantage, es un salmón atlántico al que se ha añadido ADN del salmón real, una especie gigante del océano Pacífico. Gracias a esta modificación, los peces producen más hormona del crecimiento y pueden alcanzar en año y medio la talla típica de los tres años, el tamaño que demanda el mercado. La empresa ya anunció en 2010 la aprobación inminente de su producto, que al final se ha retrasado cinco años en medio de protestas de organizaciones antitransgénicos.
La FDA no obliga a que el salmón AquAdvantage sea etiquetado como transgénico, ya que "es tan seguro y nutritivo como el salmón atlántico no modificado genéticamente" y "no es materialmente diferente". En Europa, la empresa no ha solicitado la aprobación de su pez, según confirma Josep Casacuberta, científico del CSIC y miembro del grupo de transgénicos de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.
El salmón transgénico recibe la luz verde después de más de 25 años de exámenes. Uno de los principales argumentos de los detractores de AquAdvantage es el temor a los efectos de un escape al medio ambiente. La FDA asegura que las instalaciones en las que se criará el animal —tanques en tierra en la isla del Príncipe Eduardo (Canadá) y en Panamá— "disponen de una serie de barreras físicas múltiples y redundantes para evitar que los huevos y los peces se escapen". Las instalaciones, explica la FDA, estarán vigiladas por patrullas con perros y rodeadas de alambre de espino. Además, solo se producirán hembras esterilizadas, según el organismo regulador, aunque la técnica de esterilización no es infalible.
Fuente: El País
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