Los tumores primarios generan un tipo de células malignas, las llamadas células tumorales circulantes (CTC), cuya presencia alerta del desarrollo de la enfermedad.
El problema es que como las CTCs son grandes, irregulares y tienden a
formar grupos, se quedan trabadas en los vasos sanguíneos de pequeño
tamaño.
Así ocurre, en teoría, con las CTCs liberadas por los tumores gastrointestinales: tras fluir por la vena porta (que transporta sangre entre el tracto gastrointestinal y el hígado), acaban atrapadas en los vasos capilares hepáticos. Por eso, pocas células tumorales alcanzan las venas de los brazos, donde se efectúan habitualmente los análisis.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago ha comprobado empíricamente este supuesto extrayendo sangre de la vena porta a 18 pacientes sospechosos de haber contraído tumores en el páncreas o los conductos biliares, intervención que fue realizada durante endoscopias rutinarias. El resultado no deja lugar a dudas: los científicos encontraron CTCs en el 100% de los pacientes, mientras que solo 4 de las 18 extracciones convencionales en los brazos detectaron esas células malignas.
Seguro y mínimamente invasivo, este método puede ayudar decisivamente a realizar diagnósticos más precisos y precoces antes de que el tumor haya producido metástasis y, por ejemplo, aún admita un tratamiento quirúrgico. También, indican los expertos, permitirá personalizar las terapias, de acuerdo con el número y tipo de CTCs que se detecten.
El cáncer de páncreas, uno de los más agresivos que existen, acaba con la vida de 4.400 españoles cada año.
Fuente: cmi
Así ocurre, en teoría, con las CTCs liberadas por los tumores gastrointestinales: tras fluir por la vena porta (que transporta sangre entre el tracto gastrointestinal y el hígado), acaban atrapadas en los vasos capilares hepáticos. Por eso, pocas células tumorales alcanzan las venas de los brazos, donde se efectúan habitualmente los análisis.
Ahora, un grupo de investigadores de la Universidad de Chicago ha comprobado empíricamente este supuesto extrayendo sangre de la vena porta a 18 pacientes sospechosos de haber contraído tumores en el páncreas o los conductos biliares, intervención que fue realizada durante endoscopias rutinarias. El resultado no deja lugar a dudas: los científicos encontraron CTCs en el 100% de los pacientes, mientras que solo 4 de las 18 extracciones convencionales en los brazos detectaron esas células malignas.
Seguro y mínimamente invasivo, este método puede ayudar decisivamente a realizar diagnósticos más precisos y precoces antes de que el tumor haya producido metástasis y, por ejemplo, aún admita un tratamiento quirúrgico. También, indican los expertos, permitirá personalizar las terapias, de acuerdo con el número y tipo de CTCs que se detecten.
El cáncer de páncreas, uno de los más agresivos que existen, acaba con la vida de 4.400 españoles cada año.
Fuente: cmi
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