EL OBJETIVO DE LA MANIPULACIÓN DE LOS GENES NO ES MODIFICARLOS

La biología molecular está viviendo una revolución sin precedentes. Científicos de todo el mundo tienen hoy a su disposición un corta y pega del ADN, un refinado sistema aprendido de unas bacterias. El avance, bautizado como “edición genómica”, es obra de Emmanuelle Charpentier (Juvisy-sur-Orge, Francia, 1968) y la estadounidense Jennifer Doudna, galardonadas este año con el Premio Princesa de Asturias.


Se trata de un sistema extremadamente “eficiente, barato y versátil”, según señaló Charpentier hace unas semanas en Berlín durante sucharla en la conferencia anual Falling Walls,  y tiene su origen en una investigación básica sobre el ingenioso mecanismo de defensa inmune que utilizan algunas bacterias para aniquilar el genoma de los virus que las atacan: el CRISPR/Cas9. Los “repetidos cortos palindrómicos aglomerados regularmente interespaciados” (CRISPR, en sus siglas en inglés) son trocitos repetidos de secuencias de bases en el ADN de algunas bacterias. Entre estas repeticiones, se encuentran segmentos de ADN que derivan de la exposición de la bacteria a un virus. Las bacterias son capaces de reconocer el ADN foráneo para poderlo disgregar con la ayuda de la proteína Cas9, una especie de tijera molecular que corta el ADN de forma muy precisa. Las bacterias se defienden así de la infección vírica y reparan el ADN. Además, la inmunización se adquiere también para la progenie de la bacteria: una especie de vacuna para la célula bacteriana.

FUENTE: ELPAIS

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