El agua contaminada puede hacer arriesgado nadar en el mar o en un estanque, y por otro lado los organismos acuáticos necesitan los nutrientes del agua sucia para alimentarse.
Este nuevo y exótico robot representa un paso crucial en el desarrollo de robots autónomos capaces de autoenergizarse a largo plazo.
Inspirándose en insectos nadadores, unos robotistas de la Universidad de Bristol en el Reino Unido han creado el Rowbot, un robot que se desenvuelve bien en el agua sucia. El Rowbot imita la forma en que cierta clase de insectos se desplazan por el agua y la manera en que se nutren de la materia orgánica que hay en el agua sucia en la que nadan.
El proyecto Rowbot, en el que trabaja el equipo de Jonathan Rossiter y Hemma Philamore, pretende lograr un robot nadador autónomo capaz de operar de forma indefinida en lugares remotos obteniendo su energía de la materia orgánica de su entorno.
Cuando necesita recargarse de energía (o sea cuando tiene hambre, por así decirlo) el Rowbot abre su boca robótica blanda y rema hacia adelante para llenar así con agua sucia rica en nutrientes el estómago de su célula de combustible microbiana (MFC, por sus siglas en inglés). Después cierra su boca y digiere lentamente los nutrientes.
El estómago de la MFC se sirve de la biodegradación de la materia orgánica para generar electricidad, usando mecanismos bioinspirados. Cuando ha recargado su reserva de energía eléctrica, el Rowbot puede remar hacia otro lugar, y está listo para otro trago de agua sucia.
La mayoría de los robots actuales necesitan reabastecerse de combustibles o recargarse de electricidad por medios convencionales, a menudo con participación humana directa.
BIBLIOGRAFÍA:
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