PROBLEMÁTICO FENÓMENO -EL NIÑO- EN 2016

El Niño es un fenómeno climático relacionado con el calentamiento del Océano Pacífico que ocurre cada dos a siete años y que tuvo su momento más devastador entre 1997 y 1998.

Pero la NASA tiene varias razones importantes para creer que el fenómeno actual puede ser tan “grande y poderoso” como lo fue el de aquellos años.

El experto de la agencia espacial estadounidense, William Patzert, declaró a BBC que “No hay duda, son muy similares. Los fenómenos de 1982-1983 y 1997-1998 fueron los de mayor impacto en el anterior siglo y en muchas maneras parece que ahora vemos una repetición”. Añadió que “es casi un hecho que los impactos serán enormes”.

Tan segura se encuentra la NASA que en una de sus publicaciones afirmo: “No importa donde usted viva, sentirá los efectos del fenómeno de El Niño”.

Las 3 principales razones por las que este organismo se mantiene en alerta por ‘El Niño’ son las siguientes:

1. Altas temperaturas

El calentamiento global que actualmente atraviesa el planeta es un factor nuevo que influye en los efectos y la naturaleza del fenómeno de El Niño.

“El planeta está más caliente ahora, eso es un hecho importante. Un planeta más caliente genera consecuencias más peligrosas, eventos más extremos”.

Este año en el hemisferio norte se registran temperaturas mucho más altas de lo habitual. En un ejemplo, se estima que en el Polo Norte el pasado 30 de diciembre la temperatura estuvo encima de los 0 grados centígrados, cuando lo normal son -25 ºC.

En contraste, en México, El Niño parece el responsable de unas inusuales tormentas que han cubierto de nieve el norte del país. Hay nieve en partes de Sonora por primera vez en 33 años.

En Sudamérica y Centroamérica, señala el investigador, los efectos ya se han visto con las grandes inundaciones de las últimas semanas y se prolongarán al menos tres meses más.

2. Océanos crecidos

Uno de los principales indicadores de que existe una gruesa capa de agua caliente es la altura muy superior a lo usual en el nivel del océano Pacífico.

La NASA calificó de “sorprendente” a la similitud en las anomalías de altura registradas en diciembre de 1997 y 2015.

El agua caliente y tibia que se ha acumulado en la zona es lo que atrae los nubarrones y las tormentas que ya comenzaron a producirse en parte de América Latina, fundamentalmente en países por debajo la línea del Ecuador.

Otra consecuencia de esto es el bajo nivel de lluvias en el sudeste asiático, lo cual contribuyó a la multiplicación de grandes incendios que han cubierto de humo a la región desde hace unas semanas.

Inundaciones vistas pocas veces en países como Bolivia, Paraguay, Perú, Argentina y Brasil en 1997 y 1998 fueron generadas por el calor en la región del Pacífico de esa temporada.
3. No disminuye

El Niño -que ocurre cada dos a siete años- alcanza su momento más agudo a finales de año pero sus efectos se sienten a lo largo de la primavera del hemisferio norte y pueden durar hasta los 12 meses siguientes.

El investigador y analista, William Patzert, señaló que lo más probable es que las consecuencias de El Niño se prolongarán durante la mayor parte del 2016 en forma de inundaciones, epidemias o sequía prolongada. Fundamentalmente en Sudamérica.

Afortunadamente, resaltó, en la actualidad se cuenta con mayor infraestructura y avances científicos para tomar mejores previsiones ante la llegada de fenómeno.

Ante este tipo de situaciones que lamentablemente no podemos evitar, es mejor mantenernos en alerta y preparados, pues es muy probable que ‘El Niño’ toque Latinoamérica. Solo queda esperar los efectos.

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