El CSIC ha colaborado en su elaboración, junto a entidades de siete países, creadas para dar respuesta a los requisitos de la Directiva 2010/63/EU sobre bienestar y protección de animales utilizados para fines científicos y que incluye por primera vez un grupo de invertebrados.
Científicos del Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo (IIM), del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en España, han participado en la elaboración de las primeras directrices científicas acerca de la protección de animales utilizados para fines de experimentación u otros fines científicos. “Directrices para el cuidado y bienestar de cefalópodos en investigación”.
Comités de ética para la evaluación de los procedimientos y cuidado animal, gerentes de instalaciones científicas y personal técnico implicado en el mantenimiento de las mismas.
Donde se ofrecen pautas a seguir en los laboratorios para hacer frente a la Directiva 2010/63/EU acerca de la protección de animales utilizados para fines de experimentación u otros fines científicos. Dicha directiva establece como principio general las 3Rs: reemplazar o emplear en lo posible métodos alternativos al uso de animales; reducir el número de ejemplares para realizar una investigación, y refinar los procedimientos que se vayan a emplear disminuyendo el dolor provocado.
Una directiva que añade, por primera vez e incluye entre los animales objeto de regulación a un invertebrado, la clase cefalópoda al completo con sus más de 700 especies entre las que figura el pulpo o el calamar.
"Directrices para el cuidado y bienestar de cefalópodos en investigación". Un consenso basado en una iniciativa de CephRes, FELASA y Body Group en la que han participado científicos de organismos públicos de investigación y universidades de siete países: Italia, Estados Unidos, Francia, Alemania, Reino Unido, Israel y España.
La comunidad científica que trabaja en cefalópodo se han agrupado, mediante una acción europea en el marco de Cooperación en Ciencia y Tecnología (acción COST)
Cuando se realiza una investigación en cefalópodos, además de utilizar la regla de las ‘3 R’ y de disponer de personal formado, hay que tener en cuenta muchos otros aspectos, que van desde los métodos de captura en el mar y el transporte al laboratorio de los ejemplares, hasta la aclimatación y el mantenimiento de los tanques en el laboratorio, o la alimentación de la especie en cautividad.
La guía también abarca cuestiones relacionadas con los métodos de anestesia que deben ser utilizados según la severidad de los procedimientos, así como los indicadores a tener en cuenta para conocer la salud y el bienestar de los cefalópodos mantenidos en instalaciones de acuarios y sus enfermedades, prestando especial atención a las causas y tratamientos.
En este sentido, los científicos de la red europea COST están actualmente trabajando sobre la identificación de biomarcadores de bienestar y salud de cefalópodos mantenidos en acuarios.
El CSIC es la institución española que ha participado y lo hace a través del Grupo de Patobiología Molecular Acuática del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) de Vigo, y del Departamento de Recursos Marinos Renovables del Instituto de Ciencias del Mar (ICM), de Barcelona.
El cometido de la CSIC consiste en reunir, revisar y distribuir los conocimientos existentes en el bienestar de los cefalópodo, con el objetivo de mejorar los procedimientos disponibles, llenar los vacío de conocimiento y ayudar en el desarrollo de directrices específicas de especies más detallas y extensas. Cuya finalidad es establecer una red interdisciplinaria de profesionales para la investigación sobre la comodidad de los cefalópodos de acuerdo a la ley y proponer formación para los jóvenes investigadores.
Fuente: noticiasdelaciencia
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