Charles Darwin en sus viajes a Islas Galápagos (Ecuador) encontró un tipo de aves que después le ayudarían a confirmar su idea de que las especies evolucionan para adaptarse a su entorno.
Estas aves son los pinzones. Comenzaron siendo solo una especie, pero cada vez han ido apareciendo más y más tipos de estas.
Dependiendo donde viviesen y comiesen, variaba su tamaño y su pico.
Una de las especies más comunes es el Geospiza fortis, que por desgracia hoy están en peligro de extinción. Una de las razones de por qué este tipo de especie está en peligro de extinción, es un tipo de mosca: Philormis Downs. Estas moscas ponen sus huevos en los nidos de estas aves, así sus larvas se alimentan de la sangre de los pinzones.
Dentro de los tipos de pinzones, se dice que al pinzón de monglar le quedan menos de 100 individuos
Todas estas conclusiones se deben a un estudio realizado en la universidad Uthat, que han utilizado las matemáticas para averiguar que pasará con estas aves.
Los científicos observaron que los pinzones se reproducen y viven más tiempo en los años con precipitaciones elevadas que conducen a mayor disponibilidad de alimento. Ocurre todo lo contrario en los años de sequía o lluvia extrema.
Con estos datos los científicos hicieron tres pequeños experimentos: simularon tres escenarios; uno con la lluvia necesaria para la supervivencia de estas aves, otro escenario con exceso de lluvia y el tercero neutro. En dos de estos experimentos los científicos descubrieron que las especies puestas a prueba, que ahora se encuentran en los Galápagos descenderían hasta extinguirse. En el experimento con exceso de lluvia la extinción llegaba a los 50 años y en el neutro a los 30 años.
Pero esto no termina aquí, los científicos han querido calcular a través de las matemáticas qué es necesario para salvar a estas aves. Una de las autoras del proyecto comenta que una de las cosas que les preocupa es que estas aves no tengan tiempo de evolucionar y desarrollar maneras de defenderse ante este parásito.
Los científicos sugieren varias propuestas ante este problema. Ellos piensan que una pequeña ayuda de los humanos reduciendo la presencia de moscas limitaría el riesgo de extinción. Otra propuesta seria introducir avispas para parasitar a las moscas o recoger los huevos de los nidos para criarlos lejos, incluso piensan que si pusiesen algodón en los nidos de estas aves para que fumiguen los nidos al construirlos.
Por último, se cree que un agente que ha influido en esta situación es el humano. Desde que los humanos visitó las Galápagos se han convertido en un agente de presión evolutiva descomunal. Los humanos introdujeron los gatos en estas islas, a los que los pinzones también tienen que hacer frente.
Las moscas llegaron a las Galápagos en los años 60, fueron vistas por primera vez en 1997. Estos datos son descomunales, ya que significa que en menos se un siglo las moscas podrían haber acabado con los pinzones.
FUENTE: EL PAÍS
Estas aves son los pinzones. Comenzaron siendo solo una especie, pero cada vez han ido apareciendo más y más tipos de estas.
Dependiendo donde viviesen y comiesen, variaba su tamaño y su pico.
Una de las especies más comunes es el Geospiza fortis, que por desgracia hoy están en peligro de extinción. Una de las razones de por qué este tipo de especie está en peligro de extinción, es un tipo de mosca: Philormis Downs. Estas moscas ponen sus huevos en los nidos de estas aves, así sus larvas se alimentan de la sangre de los pinzones.
Dentro de los tipos de pinzones, se dice que al pinzón de monglar le quedan menos de 100 individuos
Todas estas conclusiones se deben a un estudio realizado en la universidad Uthat, que han utilizado las matemáticas para averiguar que pasará con estas aves.
Los científicos observaron que los pinzones se reproducen y viven más tiempo en los años con precipitaciones elevadas que conducen a mayor disponibilidad de alimento. Ocurre todo lo contrario en los años de sequía o lluvia extrema.
Con estos datos los científicos hicieron tres pequeños experimentos: simularon tres escenarios; uno con la lluvia necesaria para la supervivencia de estas aves, otro escenario con exceso de lluvia y el tercero neutro. En dos de estos experimentos los científicos descubrieron que las especies puestas a prueba, que ahora se encuentran en los Galápagos descenderían hasta extinguirse. En el experimento con exceso de lluvia la extinción llegaba a los 50 años y en el neutro a los 30 años.
Pero esto no termina aquí, los científicos han querido calcular a través de las matemáticas qué es necesario para salvar a estas aves. Una de las autoras del proyecto comenta que una de las cosas que les preocupa es que estas aves no tengan tiempo de evolucionar y desarrollar maneras de defenderse ante este parásito.
Los científicos sugieren varias propuestas ante este problema. Ellos piensan que una pequeña ayuda de los humanos reduciendo la presencia de moscas limitaría el riesgo de extinción. Otra propuesta seria introducir avispas para parasitar a las moscas o recoger los huevos de los nidos para criarlos lejos, incluso piensan que si pusiesen algodón en los nidos de estas aves para que fumiguen los nidos al construirlos.
Por último, se cree que un agente que ha influido en esta situación es el humano. Desde que los humanos visitó las Galápagos se han convertido en un agente de presión evolutiva descomunal. Los humanos introdujeron los gatos en estas islas, a los que los pinzones también tienen que hacer frente.
Las moscas llegaron a las Galápagos en los años 60, fueron vistas por primera vez en 1997. Estos datos son descomunales, ya que significa que en menos se un siglo las moscas podrían haber acabado con los pinzones.
FUENTE: EL PAÍS
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.