Esta es la gran pregunta después del último descubrimiento, y es que el aumento del pH del agua en nuestros océanos provoca un enorme impacto sobre los corales.
Tras un experimento realizado en un arrecife de la Gran Barrera de Coral (Australia), se a comprobado como con la acidificación de su ecosistema los corales disminuyen, y no sólo eso, sino que además es impedido su crecimiento (al igual que si la acidificación disminuye, su crecimiento y número aumenta). Este experimento, ha aislado todos los factores que afectan a los corales cómo son, además de la acidificación: la temperatura, la contaminación costera y la sobrepesca, siendo el pH el problema más preocupante.
Los cambios químicos producidos en los océanos por culpa de la acidez están constituyendo una gran amenaza para los habitantes de este ecosistema, y es que el océano absorbe de la atmósfera gran parte de su dióxido de carbono, que reaccionando con el agua marina crea un ácido corrosivo para los arrecifes de coral, los moluscos y muchas más especies marinas. Cada año, el océano absorbe mayor cantidad de dióxido de carbono, aumentando así considerablemente la acidez del agua.
El experimento realizado fue manipular la alcalinidad del agua, en un arrecife del sur de la Barrera de Coral, añadiendo hidróxido de sodio (sosa cáusica), los científicos llevaron el pH del agua hasta el nivel que debió haber en el periodo preindustrial, y entonces midieron la calcificación de los arrecifes en respuesta a este aumento del pH, encontrando que las tasas de calcificación en estas condiciones preindustriales manipuladas son mayores de lo que lo son hoy en día.
Debido a la composición de estos arrecifes de coral (carbonato de calcio) y que sin este proceso de calcificación el coral no puede formarse, el número de corales ha disminuido notablemente. Si no disminuímos nuestras emisiones de dióxido de carbono y segímos contaminando tanto como hoy en día, los arrecifes de coral y todo lo que depende de ellos, no lograrán sobrevivir los próximos siglos.
Fuente: ABC
Tras un experimento realizado en un arrecife de la Gran Barrera de Coral (Australia), se a comprobado como con la acidificación de su ecosistema los corales disminuyen, y no sólo eso, sino que además es impedido su crecimiento (al igual que si la acidificación disminuye, su crecimiento y número aumenta). Este experimento, ha aislado todos los factores que afectan a los corales cómo son, además de la acidificación: la temperatura, la contaminación costera y la sobrepesca, siendo el pH el problema más preocupante.
Los cambios químicos producidos en los océanos por culpa de la acidez están constituyendo una gran amenaza para los habitantes de este ecosistema, y es que el océano absorbe de la atmósfera gran parte de su dióxido de carbono, que reaccionando con el agua marina crea un ácido corrosivo para los arrecifes de coral, los moluscos y muchas más especies marinas. Cada año, el océano absorbe mayor cantidad de dióxido de carbono, aumentando así considerablemente la acidez del agua.
El experimento realizado fue manipular la alcalinidad del agua, en un arrecife del sur de la Barrera de Coral, añadiendo hidróxido de sodio (sosa cáusica), los científicos llevaron el pH del agua hasta el nivel que debió haber en el periodo preindustrial, y entonces midieron la calcificación de los arrecifes en respuesta a este aumento del pH, encontrando que las tasas de calcificación en estas condiciones preindustriales manipuladas son mayores de lo que lo son hoy en día.
Debido a la composición de estos arrecifes de coral (carbonato de calcio) y que sin este proceso de calcificación el coral no puede formarse, el número de corales ha disminuido notablemente. Si no disminuímos nuestras emisiones de dióxido de carbono y segímos contaminando tanto como hoy en día, los arrecifes de coral y todo lo que depende de ellos, no lograrán sobrevivir los próximos siglos.
Fuente: ABC
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.