BACTERIA QUE SE ALIMENTA DE PLÁSTICO.

Un grupo de científicos de la Universidad de Kyoto en Japón ha descubierto un tipo de bacteria que puede comer plástico, un hallazgo que podría ayudar a resolver un problema de rápido crecimiento contaminación por plástico del mundo. Y por primera vez se ha conseguido cultivar, estudiar y medir la capacidad de estos organismos.


Con estas bacterias que comen plástico se abre una puerta increíble a un futuro donde este material podría ser tratado fácilmente y ya no supondría el problema medioambiental que es ahora mismo. Y, aunque este descubrimiento es nuevo, lo cierto es que ya hace tiempo que conocían la existencia de ciertos seres capaces de biodegradar el plástico, pero nunca con tanta eficacia. Y nunca habían conseguido "trabajar" con ellos.

Esta peculiar batería es capaz de desintegrar totalmente uno de los tipos más comunes de plástico, el famoso polietileno tereftalato o PET, por sus siglas en inglés.

Es el tipo que se utiliza para envasar bebidas embotelladas, cosméticos y productos de limpieza del hogar. De hecho, es el tipo de plástico más común y uno de los que está destruyendo la vida de nuestros océanos.

El equipo de investigación para encontrar la bacteria, recogieron 250 muestras contaminadas con PET, incluidos los sedimentos, el suelo y las aguas residuales de un sitio de reciclaje de botellas de plástico.

Más tarde analizaron las muestras para ver si algún microorganismo estaba consumiendo el PET y, con el tiempo, descubrieron que solo una de las especies de bacterias fue responsable de la degradación del PET, bacteria a la cual llamaron Ideonella sakaiensis.

Para degradar lo cuentan con un juego de enzimas jamás visto hasta la naturaleza. Las enzimas son proteínas encargadas de degradar un producto. La primera de ellas se encarga de convertir el plástico en un producto llamado mono(2-hidroxietil) tereftalato, o MHET. Una vez que se ha "digerido", el MHET es capturado por Ideonella y vuelto a "digerir" mediante otra enzima, pero esta vez dentro de la bacteria. Así, este organismo convierte al PET en su fuente principal de carbono.

Aunque la bacteria degrada muy lentamente el PET, lo cierto es que crece rápidamente y en casi todo tipo de medio. De hecho, la bacteria fue encontrada en una planta de reciclaje de PET. Esto supone una ventaja. Con la ingeniería genética adecuada podríamos desarrollar un organismo capaz de deshacerse de todos esos residuos que están suponiendo un problema actualmente.

Sin duda, se abren nuevas puertas a la descontaminación plástica, porque potencialmente, salvaría los océanos y permitiría la descomposición de uno de los materiales que están destruyendo nuestro planeta de forma inminente.

A pesar de la novedad, lo cierto es que no es primer organismo capaz de comer plástico que conocemos. Ya teníamos noticias de algunos hongos y bacterias concretos. Pero nunca se habían podido caracterizar tan bien. Tampoco se ha podido experimentar con ellos. Pero las enzimas de la bacteria Ideonella sakaiensis son, decididamente, nuevas para nosotros y más eficaces que los demás descubiertos.

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