EL CÓDIGO DE BARRAS DE LA VIDA EN BUSCA DE LAS CRIATURAS MARINAS

Conocemos 228.000 criaturas marinas. El 12% de los 1.000 peces descubiertos desde 2008 son tiburones
y rayas. Una reciente estimación indica que quedan entre 500.000 y tres millones de especies por descubrir.


Dicen que la taxonomía, la ciencia que clasifica las formas de vida, está en declive, pero nada más lejos de la realidad. Ayudada por las nuevas técnicas y especialmente por la identificación genética, llamada el código de barras de la vida, los expertos están actualizando y poniendo orden en lo que se conoce. Ahora lo han hecho con los habitantes del mar y lo curioso es que se están conociendo constantemente nuevas especies, incluso de animales relativamente grandes, como una barracuda que habita en el Mediterráneo.

“Aunque quedan algunos huecos menores por rellenar consideramos que el registro está ya prácticamente completo respecto a las especies descritas a lo largo de la historia de la ciencia”, explica Jan Mees, copresidente de Worms. “Y estamos constantemente actualizando los datos con nuevas descritas, revisiones de la taxonomía y añadiendo algunas que no se habían inventariado”.

El 30% de los peces recientemente descubiertos proceden de los arrecifes de coral y otro 30% del océano profundo.En cuanto a la mutiplicidad de nombres científicos, la palma se la lleva un caracol marino que consta en los registros con 113 nombres distintos, desde que lo describiera por primera vez en 1792 el italiano Giuseppe Olivi en aguas de Venecia y se le adjudicara el nombre Littorina saxatilis. Al expurgar esta multiplicidad, el censo retiene el nombre más antiguo pero anota todos los sinónimos para evitar confusiones.

Por hábitats, el 30% de los peces recientemente descubiertos proceden de los arrecifes de coral y otro 30% del océano profundo. De las especies marinas que han pasado el filtro del nuevo censo un 86% son animales, un 9% son del reino Chromista (sobre todo algas), un 4% son plantas y menos de un 1% son bacterias, hongos, protozoos, arqueas o virus, todos ellos muy desconocidos todavía en general en los océanos.

FUENTE: Público

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