LA BACTERIA QUE MATÓ A 200.000 ANTÍLOPES.

La inexplicable muerte el año pasado de unas 200.000 antílopes saigas, especie de antílope
característico de las estepas de Kazajistán y otras zonas de Asia central, fue debida a una infección por la bacteria ‘Pasteurella multocida’, según ha informado la Alianza para la Conservación del Saiga (SCA, en sus siglas en inglés) tras concluir el análisis de diversos animales fallecidos en el mes de mayo.

El saiga ('Saiga tatarica'), un antílope de tamaño medio (40 kilos los machos), está catalogado en “peligro crítico” por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN). Se calcula que en 1990 debían de quedar un millón, pero ahora las poblaciones se estiman en una quinta parte.

Las pruebas han determinado que la bacteria ocasionaba en los saigas una septicemia hemorrágica que concluía con una muerte rápida, apenas unas horas después de mostrar los primeros síntomas. Las poblaciones se redujeron en un 90% en su principal núcleo de cría, la estepa kazaja de Betpak-Dala.

Estudios anteriores habían indicado que la bacteria 'Pasteurella multocida' reside en el aparato respiratorio de los animales sin generar daño. Lo que se estudiará ahora es qué factores ambientales, como el clima o los nutrientes del suelo, podrían haber hecho que la bacteria "se volviera virulenta", en palabras de la SCA. Además, no hay un garantías de que una mortandad similar no se vuelva a repetir, advierte Richard Kock, del Royal Veterinary College de la Universidad de Londres.

A ello se suma el problema no erradicado de la caza furtiva, especialmente de los machos, cuyos cuernos alcanzan un alto precio en la medicina tradicional, advierte Eleanor J. Milner-Gulland, de la SCA y profesora de la Universidad de Oxford. Su principal depredador natural es el lobo, aunque grandes águilas y zorros también pueden atacar a los ejemplares más jóvenes.

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