LAS LENTES DE CONTACTO ALTERAN LA FLORA BARTERIANA

Igual que la piel, la boca, la vagina o el intestino, también el ojo humano alberga una variada población de
bacterias que le confieren protección contra otros microorganismos extraños. Sin embargo, como han demostrado científicos de Nueva York (EEUU), el uso de lentes de contacto puede modificar esa flora microbial, lo que explicaría porqué los usuarios de lentillas tienen más riesgo de infecciones.

Sus conclusiones tras analizar muestras demuestran que las bacterias oculares en personas que usan lentes de contacto se parecen más a la población de microbios que alberga la piel que rodea al ojo que a las bacterias presentes en el propio ojo en sujetos que no usan lentillas, los usuarios de estos dispositivos para corregir defectos de la vista tienen mayor riesgo de sufrir infecciones, como conjuntivitis o queratitis.
 
Los investigadores observaron que el microbioma del ojo en quienes sí corregían su visión era más rico en bacterias más propias de la piel que del ojo, como Pseudomonas, Acinetobacter, Methylobacterium y Lactobacillus. En cambio, el ojo de quienes no usaban lentillas era más rico en Haemophilus, Streptococcus, Staphylococcus y Corynebacterium.

Los autores admiten que serán necesarios más trabajos para conocer la causa de este fenómeno, aunque apuntan dos posibilidades. O bien que estas bacterias se transfieran al ojo a través de la piel del dedo, durante el propio acto de colocarse la lente; o bien que, de alguna manera, la lentilla sea capaz de desplazar de la superficie del ojo a ciertas comunidades bacterianas en favor de otras.

FUENTE: HRN

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