El mecanismo para describir cómo nuestras células permiten el acceso de ciertas moléculas a sus núcleos y el bloqueo de otras para proteger el material genético y las funciones normales de la célula se puede explicar basándose en principios físicos básicos. Esta es la principal conclusión del trabajo llevado a cabo por científicos del centro vasco de investigación en biomateriales CIC biomaGUNE (España).
De forma sencilla, el problema se asemeja al movimiento de las albóndigas en un plato de espaguetis, aunque a escala mucho más pequeña. La investigación realizada por un equipo internacional de científicos liderados por Ralf Richter, de CIC biomaGUNE, y Bart Hoogenboom, del London Centre for Nanotechnology ha sido publicada en la prestigiosa revista científica electrónica eLife.
El artículo titulado “A physical model describing the interaction of nuclear transport receptors with FG nucleoporin domain assemblies” explica que las células de los seres humanos, animales y plantas tienen un núcleo que contiene la mayor parte de su material genético. “Para el uso adecuado de este material genético es esencial que las proteínas y otras moléculas solo puedan entrar y salir del núcleo de manera muy selectiva, a través de canales en la membrana protectora que rodea el núcleo”, señala el Dr. Ralf Richter.
En el interior de estos pequeños canales residen proteínas especializadas (llamadas nucleoporinas FG) que se comportan de forma similar a espaguetis pegajosos, actuando como una barrera selectiva. Las moléculas que cruzan la barrera pueden ser comparadas con albóndigas. Algunas de estas albóndigas –llamadas receptores de transporte nuclear- son capaces de viajar libremente dentro y fuera de estas nucleoporinas FG similares a espaguetis y permiten a otras moléculas hacer lo mismo.
Para estudiar cómo las albóndigas penetran en los canales, los científicos han desarrollado capas de nucleoporinas FG, con un espesor 100.000 veces inferior a un milímetro y posteriormente han medido cómo los receptores de transporte nuclear interactúan con las capas. Los resultados fueron muy similares para las diferentes nucleoporinas FG, lo que llevó al equipo investigador a diseñar un modelo físico que incluía solamente las características que eran universales, es decir que las nucleoporinas FG se comportaban como algo flexible y pegajoso, similar a los espaguetis, interactuando con los receptores de transporte nuclear como si fueran albóndigas pegajosas.
FUENTE: noticiasdelaciencia
De forma sencilla, el problema se asemeja al movimiento de las albóndigas en un plato de espaguetis, aunque a escala mucho más pequeña. La investigación realizada por un equipo internacional de científicos liderados por Ralf Richter, de CIC biomaGUNE, y Bart Hoogenboom, del London Centre for Nanotechnology ha sido publicada en la prestigiosa revista científica electrónica eLife.
El artículo titulado “A physical model describing the interaction of nuclear transport receptors with FG nucleoporin domain assemblies” explica que las células de los seres humanos, animales y plantas tienen un núcleo que contiene la mayor parte de su material genético. “Para el uso adecuado de este material genético es esencial que las proteínas y otras moléculas solo puedan entrar y salir del núcleo de manera muy selectiva, a través de canales en la membrana protectora que rodea el núcleo”, señala el Dr. Ralf Richter.
En el interior de estos pequeños canales residen proteínas especializadas (llamadas nucleoporinas FG) que se comportan de forma similar a espaguetis pegajosos, actuando como una barrera selectiva. Las moléculas que cruzan la barrera pueden ser comparadas con albóndigas. Algunas de estas albóndigas –llamadas receptores de transporte nuclear- son capaces de viajar libremente dentro y fuera de estas nucleoporinas FG similares a espaguetis y permiten a otras moléculas hacer lo mismo.
Para estudiar cómo las albóndigas penetran en los canales, los científicos han desarrollado capas de nucleoporinas FG, con un espesor 100.000 veces inferior a un milímetro y posteriormente han medido cómo los receptores de transporte nuclear interactúan con las capas. Los resultados fueron muy similares para las diferentes nucleoporinas FG, lo que llevó al equipo investigador a diseñar un modelo físico que incluía solamente las características que eran universales, es decir que las nucleoporinas FG se comportaban como algo flexible y pegajoso, similar a los espaguetis, interactuando con los receptores de transporte nuclear como si fueran albóndigas pegajosas.
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