Una mujer de 49 años de EEUU es la primera persona portadora de una bacteria resistente a la colistina, un antibiótico nuevo para las peores infecciones, que desarrolla una enfermedad. Según han desarrollado investigadores del Centro Médico Militar Nacional Walter Reed en EEUU, esta persona sufría una infección de orina provocada por una versión de labacteria Escherichia coli con una mutación del gen mcr-1 que le hacía inmune a este antibiótico. Esta mutación se había descubierto por primera vez en China.
Los investigadores consideran que este descubrimiento de que las bacterias pueden resistir de verdad a todos los antibióticos. Otros expertos han destacado que aunque este tipo de patógenos son preocupantes, no son muy graves porque la colistina es solo uno de varios antibióticos que muy pocas veces se utilizan. “Es malo, pero no es apocalíptico”, decía Makoto Jones, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Utah en Salt Lake City.
Las bacterias cambiaron para sobrevivir al verse sometidas a tanta presión de los antibióticos. Cuanto más se utiliza este tipo de fármacos, tanto para tratar a humanos como para hacer crecer a animales, es más posible que los microorganismos desarrollen resistencias. Eso ha hecho que antibióticos como la colistina, una sustancia bastante tóxica que solo se empleaba en caso de necesidad extrema, haya pasado a utilizarse con mucha constancia y que definitivamente las bacterias hayan mutado hasta lograr hacerle frente.
Lo que más peligro tiene es que este mecanismo de fuerza se puede transmitir de una bacteria a otra con bastante facilidad, "porque está en un pedazo de material genético que se puede transmitir, llamado plásmido", apunta el médico del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. “Por ahora no se sabe qué alcance va a tener, pero es una alerta importante porque en el pasado casos similares han acabado por convertirse en un problema”, incorpora.
Los investigadores consideran que este descubrimiento de que las bacterias pueden resistir de verdad a todos los antibióticos. Otros expertos han destacado que aunque este tipo de patógenos son preocupantes, no son muy graves porque la colistina es solo uno de varios antibióticos que muy pocas veces se utilizan. “Es malo, pero no es apocalíptico”, decía Makoto Jones, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad de Utah en Salt Lake City.
Las bacterias cambiaron para sobrevivir al verse sometidas a tanta presión de los antibióticos. Cuanto más se utiliza este tipo de fármacos, tanto para tratar a humanos como para hacer crecer a animales, es más posible que los microorganismos desarrollen resistencias. Eso ha hecho que antibióticos como la colistina, una sustancia bastante tóxica que solo se empleaba en caso de necesidad extrema, haya pasado a utilizarse con mucha constancia y que definitivamente las bacterias hayan mutado hasta lograr hacerle frente.
Lo que más peligro tiene es que este mecanismo de fuerza se puede transmitir de una bacteria a otra con bastante facilidad, "porque está en un pedazo de material genético que se puede transmitir, llamado plásmido", apunta el médico del Hospital Universitario Virgen Macarena de Sevilla. “Por ahora no se sabe qué alcance va a tener, pero es una alerta importante porque en el pasado casos similares han acabado por convertirse en un problema”, incorpora.
FUENTE: EL PAIS
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