Un experimento logra identificar sin errores a una persona en un grupo solo por las reacciones particulares de su cerebro a imágenes de comida o famosos. Escogieron a 50 personas para un experimento neurocientífico de la Universidad Binghamton (Nueva York), para que la ciencia separe la huella cerebral de cada persona, el patrón de marcas que la distingue del resto.
La idea de los investigadores era que los sujetos solo tuvieran que dejarse llevar. Se sentaron, les pusieron un casco con electrodos para registrar su electroencefalograma y les enseñaron 500 ilustraciones. Querían averiguar cómo podían reaccionar los cerebros de cada persona y revelaron que cada mente respondía diferente a las imágenes. Los creadores dicen que ya es posible identificar al 100% a una persona, examinando las ondas de su cerebro con dichas imágenes.
El grupo de esta búsqueda, constituido por ingenieros informáticos y psicólogos, ya había logrado un 97% de aciertos el año pasado en un estudio llamado Brainprint ("huella cerebral") en el que se cogieron a 45 personas.
El cerebro genera un fenómeno (científicamente se llaman Potenciales Relacionados con Eventos o ERP en inglés) que puede estudiar los científicos. Por ejemplo, el encefalograma registra una señal de 400 milisegundos (N400) después de enseñarle una palabra al individuo que ya conoce. Otro estímulo es el filtro de Gabor, ante el que el cerebro solo tarda 170 minutos en reaccionar.
Son fenómenos instintivos, imposibles de esquivar aunque esa persona lo quiera. En efecto, lo único que tuvieron que hacer estas personas fue pulsar un botón cuando vieran una imagen de color. De esta manera se consigue un componente, el P300, que aparece 300 milisegundos después de localizar algo que buscamos, como cuando encontramos las llaves. Sin embargo, los autores suprimen que esta técnica se termine utilizando habitualmente para la identificación de personas, a pesar del índice de aciertos que han descubierto.
Pero todavía hay más, el grupo quiere saber si es posible que un individuo sea capaz de imitar cerebralmente a otra, a esto se le llama "brain hacking". Los científicos tienen una hipótesis de trabajo: examinarán si esa copia se produce cuando se proyecta una imagen en la pantalla a la misma frecuencia que la onda cerebral que se quiere repetir (con la misma rapidez de encendido y apagado). Esto significa que por ejemplo la palabra conundrum (palabra poco utilizada en inglés) si el lector ya conocía el significado, su cerebro acaba de mostrar una señal N400, el primer avance para que los neurocientíficos lo reconozcan.
FUENTE: EL PAIS
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