A pesar de la abundancia de las neuronas en nuestro sistema nervioso, la gran mayoría de las generadas siendo adultos no se desarrollan y por tanto mueren antes de madurar. Esto implica que debe haber algo que se dedique a limpiar esos restos, que pueden llegar a ser dañinos para nuestra salud, y ese algo es la microglía, células encargadas de limpiar todas esas neuronas "rechazadas" por nuestro sistema nervioso. Un estudio publicado en la revista "Nature", estudiando estas células y este complejo proceso, ha obtenido conclusiones clave para en un futuro poder combatir enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzheimer, hasta ahora sin cura alguna.
Los receptores con los que se trabajó en el laboratorio mediante la experimentación con ratones, fueron los bautizados como TAM. El trabajo analizó su función, identificar células que deben ser eliminadas y permitir así que los macrófagos que forman la microglía se deshagan de las neuronas inútiles, "comiéndoselas". Esto permitió a los autores, investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y del Salk Institute de Estados Unidos, darse cuenta de que mediante este proceso no solo se eliminaban células muertas, sino también neuronas vivas, las cuales están dañadas y por tanto pueden perjudicar el funcionamiento del importante sistema nervioso: “Vimos que también reconocen las neuronas debilitadas, que están bajo estrés, y las eliminan. Es como si se las comiesen vivas”, explica Paqui González Través, del Instituto de Investigaciones Biomédicas Alberto Sols, en Madrid (CSIC/UAM).
Fuente: El País.
Ejemplo de macrófago |
Otro colaborador de la investigación, González Través, sostiene que sería y es posible una regeneración y formación de neuronas totalmente válidas a partir de estas células dañadas en un supuesto caso de que estos receptores dedicados a identificarlas para después ser eliminadas no interfirieran en dicho proceso de regeneración. Los investigadores percibieron también que dicho aspecto tenía consecuencias en ratones modificados para desarrollar párkinson. Una de las investigadoras explicó que en los ratones con los cuales se había llevado a cabo este experimento mostraban un aumento acentuado en la expresión de Axl, uno de dichos receptores, que señala una inflamación.
Otro experimento, consistente en la anulación, por contra del anterior, de dos de los receptores encargados en identificar células consideradas inútiles, muertas o vivas (Axl y Mer) resultó en la confirmación de la idea de que en animales con un sistema nervioso dañado y ausencia de receptores como el Axl y el Mer, podría darse una regeneración de las neuronas imperfectas que lo hacen estar dañado, lo cual sería imposible en el caso de que estos receptores estuvieran presentes, ya que aniquilarían dichas células, lo cual aceleraría el proceso de desarrollo de la enfermedad que sufrieran, ocurriendo lo contrario si no fueran estas células eliminadas.
Con vistas al futuro, los encargados de la investigación se muestran esperanzados. El trabajo realizado pretende llegar a hacer frente definitivamente a enfermedades como el alzheimer o el párkinson mediante la modulación de la función de dichos receptores.
Fuente: El País.
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