Las sinapsis inhibitorias son las encargadas de controlar el cerebro, ya que actúan de freno. Como emplean menos proteínas para hacer su trabajo, desde su descubrimiento (a mediados del s.XX) se pensaba que eran menos complicadas que el otro tipo de sinapsis que existe, las llamadas excitadoras.
Un estudio dirigido por Scott Soderling, profesor de Neurobiología en la Universidad de Duke, desmiente esta teoría.
Con este estudio se ha descubierto que hay implicadas 140 proteínas en la sinapsis inhibitoria. Además, 27 de esas proteínas están relacionadas con el autismo, la discapacidad intelectual y la epilepsia. Por este motivo, los investigadores creen que conocer mejor estas proteínas sería un gran avance para poder investigar acerca de estas complejas enfermedades y diseñar tratamientos más específicos.
Tras este descubrimiento, el grupo de Scott Soderling trabaja en la teoría de que varias mutaciones de las proteínas cerebrales hacen que las neuronas no puedan frenar su actividad, provocando algunas enfermedades. Pero esta teoría aún está en proceso de estudio.
Dirigiendo la vista hacia el futuro, otro grupo de investigadores está estudiando el papel de la sinapsis inhibidora en la memoria a largo plazo, que se activa con cambios en la fuerza de las conexiones de la sinapsis a lo largo del tiempo. Saber cómo funcionan estas conexiones será de gran utilidad para entender mejor y poder tratar ciertas enfermedades neurodegenerativas.
Este estudio se encuentra aún en una fase muy temprana, ya que solo se han descubierto algunas proteínas nuevas. Habrá que esperar unos años para saber cuáles son sus funciones en el cerebro y cómo interactúan entre ellas, así que de momento sólo sabemos que las conexiones neuronales son más complejas que lo que pensábamos.
Fuente: El Mundo
Un estudio dirigido por Scott Soderling, profesor de Neurobiología en la Universidad de Duke, desmiente esta teoría.
Con este estudio se ha descubierto que hay implicadas 140 proteínas en la sinapsis inhibitoria. Además, 27 de esas proteínas están relacionadas con el autismo, la discapacidad intelectual y la epilepsia. Por este motivo, los investigadores creen que conocer mejor estas proteínas sería un gran avance para poder investigar acerca de estas complejas enfermedades y diseñar tratamientos más específicos.
Tras este descubrimiento, el grupo de Scott Soderling trabaja en la teoría de que varias mutaciones de las proteínas cerebrales hacen que las neuronas no puedan frenar su actividad, provocando algunas enfermedades. Pero esta teoría aún está en proceso de estudio.
Dirigiendo la vista hacia el futuro, otro grupo de investigadores está estudiando el papel de la sinapsis inhibidora en la memoria a largo plazo, que se activa con cambios en la fuerza de las conexiones de la sinapsis a lo largo del tiempo. Saber cómo funcionan estas conexiones será de gran utilidad para entender mejor y poder tratar ciertas enfermedades neurodegenerativas.
Este estudio se encuentra aún en una fase muy temprana, ya que solo se han descubierto algunas proteínas nuevas. Habrá que esperar unos años para saber cuáles son sus funciones en el cerebro y cómo interactúan entre ellas, así que de momento sólo sabemos que las conexiones neuronales son más complejas que lo que pensábamos.
Fuente: El Mundo
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