Un grupo de investigación de química biorgánica de los
carbohidratos en la Universidad de
Sevilla desarrolla glicofármacos capaces de unirse fuertemente a proteínas
mutantes que se encuentran mal plegadas y devolverles su forma correcta.
Los expertos trabajan con compuestos derivados de azúcares
capaces de prevenir y curar ciertas patologías. Esta estrategia supone una
esperanza para el tratamiento de enfermedades raras, como la enfermedad de
Gaucher o la enfermedad de Fabry, estas implican un deterioro neurológico
importante y para las que hoy en día no hay tratamientos satisfactorios.
La investigadora y recién nombrada directora del Servicio
General de Investigación (SGI) de Criogenia, Carmen Ortiz Mellet, explica que
en los enfermos que sufren este problema, la proteína mal plegada es incapaz de
alcanzar el lisosoma, donde debería realizar su función, y es destruida,
originando la enfermedad.
Esta primera línea de actuación consiste en utilizar un
nuevo tipo de derivados de carbohidratos, los iminoazúcares sp2, como
chaperonas farmacológicas, esto es, como acompañantes de la proteína durante su
biosíntesis y transporte, proporcionándole protección y recuperando su
funcionalidad.
Una segunda aproximación consiste en el diseño de sistemas
de transporte de fármacos y de material génico basado en carbohidratos
–glicotransportadores. "A partir de azúcares se generan nanopartículas
biocompatibles que pueden encapsular tanto ADN como otros agentes terapéuticos
e introducirlos eficazmente en las células que necesitan ser tratadas",
explica Ortiz Mellet.
La tercera línea de investigación se centra en el desarrollo
de una tecnología para la preparación de caramelos enriquecidos en componentes
con propiedades prebióticas y nutracéuticas. Los llamados glicobióticos son
formulaciones que se obtienen a partir de azúcares alimentarios comunes, como
la fructosa o la glucosa, y que pueden ayudar a prevenir y curar las enfermedades de
inflamación intestinal, favoreciendo una flora bacteriana más beneficiosa y el
fortalecimiento del sistema inmunitario.
“Se ha demostrado en ratas, pollos y cerdos que estos
caramelos previenen daños en el colon y aceleran la recuperación en el caso de
lesiones tales como úlceras o enfermedades como el Síndrome de Crohn”, concluye
Ortiz Mellet.
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