Las celulas cancerigenas durmientes se reactivan con la disgregacion de los cuerpos amiloides en su interior, lo que abre la puerta a nuevos tratamientos.
Los "cuerpos amiloides" son conjuntos de proteínas defectuosas que están mal plegadas, por lo que su estructura es inadecuada y se encuentran en el interior de muchas células de nuestro organismo. El problema de la presencia de cuerpos amiloides en el interior de nuestras células es que pueden producir distintas enfermedades, además también juegan un papel importante en el desarrollo y la expansión del cáncer.
un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (Florida) muestra que las células tumorales "durmientes" contienen en su interior cuerpos amiloides que, una vez que se disuelven, provocan el reactivamiento de la célula cancerígena y continua invadiendo el organismo.
Como explica Stephen Lee, «la forma de organización de la proteína amiloide suele asociarse con las enfermedades neurológicas. Una organización que es raramente observada en la fisiología. Sin embargo, hemos observado un gran número de proteínas que se almacenan como cuerpos amiloides en las células tumorales en estado de latencia».
El nuevo estudio afirma que las células tumorales también hacen uso de la amioloidogénesis, por lo que pacientes con alzhéimer contienen cuerpos amiloides en sus citoplasmas. O como indica Stephen Lee, «hemos encontrado un gran número de proteínas que se almacenan como cuerpos amiloides dentro de las células malignas en fase de senescencia».
No podemos afirmar que las células malignas utilizan la amiloidogénesis para formar cuerpos amiloides y entrar en fase de latencia que les permita sobrevivir en un entorno hostil. Pero el estudio si muestra que los cuerpos amiloides se separan para hacer que las células tumorales se "despierte" y continúen invadiendo otros órganos.
Los resultados también muestran que el ARN ribosómico espaciador intergénico no codificante regula el proceso de formación de cuerpos amiloides en las células tumorales, lo que lo convierte en una diana para el tratamiento del cáncer. Como apunta el director de la investigación, «creemos que si logramos detener la disgregación de los cuerpos amiloides en las células tumorales, entonces estas células permanecerían en un estado durmiente de forma indefinida». Además los resultados indican que no solo puede ser posible mantener a las células tumorales en un estado de latencia, sino que se podría conseguir las que se encuentren activas también se pongan a dormir.
En definitiva, los cuerpos amiloides que se encuentran dentro de las células tumorales latentes podrían utilizarse para tratar, aun en un futuro, el cáncer.
Stephen Lee concluye diciendo, «según este nuevo enfoque, no sería necesario eliminar las células tumorales, sino simplemente mantenerlas inactivas y no permitir que vuelvan a reactivarse. Soy optimista sobre la posibilidad de que nuestro hallazgo pueda convertirse en una forma novedosa para tratar el cáncer. De hecho, ya contamos con fármacos ya comercializados, así como otros muchos en fase experimental, que actúan específicamente sobre el ARN ribosómico espaciador intergénico no codificante».
Fuente: ABC
Los "cuerpos amiloides" son conjuntos de proteínas defectuosas que están mal plegadas, por lo que su estructura es inadecuada y se encuentran en el interior de muchas células de nuestro organismo. El problema de la presencia de cuerpos amiloides en el interior de nuestras células es que pueden producir distintas enfermedades, además también juegan un papel importante en el desarrollo y la expansión del cáncer.
un estudio llevado a cabo por investigadores de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami (Florida) muestra que las células tumorales "durmientes" contienen en su interior cuerpos amiloides que, una vez que se disuelven, provocan el reactivamiento de la célula cancerígena y continua invadiendo el organismo.
Como explica Stephen Lee, «la forma de organización de la proteína amiloide suele asociarse con las enfermedades neurológicas. Una organización que es raramente observada en la fisiología. Sin embargo, hemos observado un gran número de proteínas que se almacenan como cuerpos amiloides en las células tumorales en estado de latencia».
El nuevo estudio afirma que las células tumorales también hacen uso de la amioloidogénesis, por lo que pacientes con alzhéimer contienen cuerpos amiloides en sus citoplasmas. O como indica Stephen Lee, «hemos encontrado un gran número de proteínas que se almacenan como cuerpos amiloides dentro de las células malignas en fase de senescencia».
No podemos afirmar que las células malignas utilizan la amiloidogénesis para formar cuerpos amiloides y entrar en fase de latencia que les permita sobrevivir en un entorno hostil. Pero el estudio si muestra que los cuerpos amiloides se separan para hacer que las células tumorales se "despierte" y continúen invadiendo otros órganos.
Los resultados también muestran que el ARN ribosómico espaciador intergénico no codificante regula el proceso de formación de cuerpos amiloides en las células tumorales, lo que lo convierte en una diana para el tratamiento del cáncer. Como apunta el director de la investigación, «creemos que si logramos detener la disgregación de los cuerpos amiloides en las células tumorales, entonces estas células permanecerían en un estado durmiente de forma indefinida». Además los resultados indican que no solo puede ser posible mantener a las células tumorales en un estado de latencia, sino que se podría conseguir las que se encuentren activas también se pongan a dormir.
En definitiva, los cuerpos amiloides que se encuentran dentro de las células tumorales latentes podrían utilizarse para tratar, aun en un futuro, el cáncer.
Stephen Lee concluye diciendo, «según este nuevo enfoque, no sería necesario eliminar las células tumorales, sino simplemente mantenerlas inactivas y no permitir que vuelvan a reactivarse. Soy optimista sobre la posibilidad de que nuestro hallazgo pueda convertirse en una forma novedosa para tratar el cáncer. De hecho, ya contamos con fármacos ya comercializados, así como otros muchos en fase experimental, que actúan específicamente sobre el ARN ribosómico espaciador intergénico no codificante».
Fuente: ABC
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