EL CÁNCER DE PULMÓN MÁS FRECUENTE YA PUEDE SER DETECTADO MEDIANTE ANÁLISIS DE SANGRE

Gracias al análisis de sangre actualmente se pueden detectar mutaciones genéticas implicadas en el cáncer de pulmón más frecuente. La detección de estas mutaciones es primordial a la hora a la hora de seleccionar el tratamiento más eficaz y de conocer el pronóstico de la enfermedad. 

Un equipo de investigadores ha analizado el ADN circundante procedente de la muestra de sangre y se ha observado mutaciones en el gen EGFR (receptor del factor de crecimiento epidérmico) en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico (de células no pequeñas), un tumor que supone entre el 85% y el 90% de todos los cánceres de pulmón.

Algunas clínicas han introducido ya esta técnica dentro de sus servicios, como la Clínica Universidad de Navarra en colaboración con el CIMA LAB Diagnostics de la Universidad de Navarra. Este proyecto ha recibido hace poco un galardón durante la reunión anual de la Asociación Americana de Química Clínica celebrada en Filadelfia en EE.UU. Los resultados de esta investigación acaban de difundirse en la revista científica Tumor Biology.

El análisis de dicho ADN circulante procedente de la sangre se realiza mediante la técnica de PCR digital,
« Una prueba tremendamente sensible y muy específica que nos permite detectar alteraciones propias del tumor en cualquier tipo de fluido del paciente: sangre, orina, lavado broncoalveolar….», afirma la directora de la Unidad de Genética Clínica de la Clínica. Por tanto, precisa, «no es un procedimiento invasivo, se puede repetir cuantas veces sea necesario y resulta muy rentable porque se puede realizar de manera seriada para realizar el seguimiento del paciente».

Gracias a esta técnica se puede detectar la enfermedad antes de que mediante una prueba radiológica.
«Habitualmente ocurre que los pacientes que progresan de su enfermedad sólo son diagnosticados cuando una prueba de imagen estándar puede detectar el nuevo tumor; sin embargo, con este tipo de técnicas tan sensibles, podemos hacer un seguimiento estrecho del paciente y adelantarnos al diagnóstico convencional, detectando la enfermedad en un momento en el que aún no le supone un problema grave de salud».

FUENTE: ABC

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