Las hormigas ya eran cultivadoras mucho antes de la aparición de la agricultura en la Humanidad. Un equipo de investigadores ha descubierto en una especie de hormigas en las Islas Fji un comportamiento desconocido hasta la fecha. Estos animales cultivan plantas que les sirven como refugio y al mismo tiempo las hormigas mismas habitan el árbol que sirve como soporte para protegerlas.
Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature Plants. La investigación revela que muchas especies, como las hormigas cortadoras de hojas, han desarrollado efectos beneficiosos para el crecimiento de los organismos que cultivan. Según han podido saber los investigadores, las hormigas llevan tres millones de años cultivando plantas.
Este descubrimiento ha sido publicado en la revista Nature Plants. La investigación revela que muchas especies, como las hormigas cortadoras de hojas, han desarrollado efectos beneficiosos para el crecimiento de los organismos que cultivan. Según han podido saber los investigadores, las hormigas llevan tres millones de años cultivando plantas.
Guillaume Chomicki y Susanne Renner, investigadores de la Universidad de Múnich y responsables de la investigación, revelan que una especie de hormigas Philidris nagasau han ayudado al crecimiento, de al menos, seis especies de plantas Squamellaria, que crecen sobre otro vegetal usándolo únicamente como soporte.
Las hormigas reúnen semillas de distintas frutas y las insertan dentro de las grietas del árbol anfitrión. El autor recalca la dependencia mutua entre las hormigas y las plantas. El estudio muestra que las hormigas están pendientes en todo momento de las plantas y nutren a las más jóvenes con fertilizante natural producido por sus propios excrementos. Dentro de la planta crean colonias para también vivir y poder hospedarse allí. "Sus flores proporcionan a las hormigas néctar durante 10 días después de haber sido polinizadas", explica Chomicki. Además, las hormigas crean caminos entrelazados que les sirven para llegar a la zona central de la planta en la que se encuentra la hormiga reina y tenerla siempre protegida.
"Las hormigas nunca bajan del árbol. Lo que pueden hacer es cambiarse de planta, a través de sus hojas o copa para plantar nuevas semillas en otra diferente", argumenta el autor de la investigación. En todo caso, este trabajo es sólo parte de la tesis doctoral de Guillaume Chomicki, así que su trabajo promete muchas nuevas sorpresas en este campo del comportamiento animal.
FUENTE: EL MUNDO
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