Cada noche, cuando nos metemos en la cama, cerramos los ojos y nos quedamos dormidos, nuestro cerebro pasa por una serie de estados. Es lo que se conoce como ciclo del sueño.
La vigilia es, como su nombre indica, el estado en el que nos encontramos despiertos. El sueño REM es, explica la Fundación del Sueño de EE.UU., “un periodo activo de sueño marcado por una intensa actividad cerebral”.
Durante la fase REM, las ondas cerebrales son más parecidas a las que hay en el estado de vigilia. En nuestro cuerpo, además, ocurren otra serie de cambios: la respiración es más irregular, menos profunda y más veloz; los ojos se mueven en distintas direcciones; los músculos se paralizan temporalmente; y aumentan el ritmo cardiaco y la presión arterial. Es también el momento en el que se consolidan los recuerdos y los conocimientos.
Estos estados se descubrieron en 1953 cuando, tras analizar las hondas cerebrales a través de electroencefalografías para entender cómo funciona el cerebro mientras dormimos, los científicos dieron con los movimientos oculares rápidos (REM).
A partir del descubrimiento de los movimientos oculares rápidos se empieza a hablar de los tres estados básicos de la conciencia: la vigilia, el sueño REM y el movimiento ocular no rápido del sueño (NREM).La vigilia es, como su nombre indica, el estado en el que nos encontramos despiertos. El sueño REM es, explica la Fundación del Sueño de EE.UU., “un periodo activo de sueño marcado por una intensa actividad cerebral”.
Durante la fase REM, las ondas cerebrales son más parecidas a las que hay en el estado de vigilia. En nuestro cuerpo, además, ocurren otra serie de cambios: la respiración es más irregular, menos profunda y más veloz; los ojos se mueven en distintas direcciones; los músculos se paralizan temporalmente; y aumentan el ritmo cardiaco y la presión arterial. Es también el momento en el que se consolidan los recuerdos y los conocimientos.
En el tercer estado básico de la conciencia, el NREM -que cuenta con varias fases-, ocurre lo opuesto que en la fase REM. Se produce una ralentización de la actividad fisiológica y también disminuyen la velocidad y amplitud de las ondas cerebrales. También se ralentiza el ritmo cardiaco y disminuye la presión arterial.
En resumen, a lo largo de estos tres estados de conciencia, nuestro cerebro se activa o descansa para cumplir distintas funciones.
A lo largo de los últimos 60 años se ha considerado que nuestros cerebros solo descansaban mientras dormíamos, ya que -como explican desde la Universidad de Stanford- los movimientos de sus ondas en mientras dormimos son tan diferentes que es imposible pasarlos por alto. Sin embargo, nuestro cerebro también se pone en ‘stand by’ mientras estamos despiertos.
En resumen, a lo largo de estos tres estados de conciencia, nuestro cerebro se activa o descansa para cumplir distintas funciones.
A lo largo de los últimos 60 años se ha considerado que nuestros cerebros solo descansaban mientras dormíamos, ya que -como explican desde la Universidad de Stanford- los movimientos de sus ondas en mientras dormimos son tan diferentes que es imposible pasarlos por alto. Sin embargo, nuestro cerebro también se pone en ‘stand by’ mientras estamos despiertos.
Según demuestra un estudio de la Universidad de Stanford publicado en la revista Science, pequeñas regiones del cerebro tienen su propio ciclo del sueño y se ‘apagan’ y ‘encienden’ mientras estamos despiertos.En un momento un grupo de neuronas están muy activas y de pronto cambian el nivel de actividad a uno mucho más bajo: “Este cambio de ‘on’ a ‘off’ está pasando todo el tiempo.
Los investigadores también han descubierto que las neuronas pasan más tiempo ‘despiertas’ cuando estamos concentrados en una tarea concreta y, mientras el ciclo más activo, “dan mejores respuestas a las situaciones que ocurren a nuestro alrededor”. Lo que apunta a que “el mismo proceso que regula el cerebro mientras dormimos tiene un papel activo en la atención”, explican desde Stanford.
La duda que invade a los investigadores tras este estudio es cuál es el motivo por el que se ‘apagan’ las zonas del cerebro mientras estamos despiertos y por qué no se mantienen activas todo el tiempo para estar más alerta a lo que sucede.
FUENTES: LA VANGUARDIA
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