Un hombre saudí que hace 20 años perdió la visión por una enfermedad inflamatoria de la superficie ocular, ha conseguido recuperar un 50% de su visión gracias a un tratamiento inmunodepresor, que trata de un transplate de células madres del limbo y de la córnea.
Para curarse la enfermedad decidió someterse a un transplante de córnea, y el instituto de microcirugía ocular de Barcelona le ofreció una alternativa para someterse a un transplante de córnea, ya que la enfermedad había provocado que esta estructura perdiese su transparencia, impidiendo el paso de la luz y de la imágenes al interior del ojo.
Según a contado Oscar Gris, especialista del departamento de córnea, catarata y cirugía refractiva, el paciente saudí tenía la superficie ocular completamente destruida y para que el transplante de córnea funcionase era necesario hacer un tratamiento escalonado que constó de tres fases.
El primer paso fue desinflamar el ojo e inactivar la enfermedad, mediante corticoides tópicos y un tratamiento inmunosupresor sistémico, en coordinación con el equipo de medicina interna y enfermedades infecciosas del instituto.
El segundo paso fue realizar un transplante de limbo, pero tuvo que ser de un donantes ya que los dos ojos del paciente estaban afectados y no era posible obtener tejido sano del propio paciente. Oscar Gris, especialista del departamento de córnea, catarata y cirugía refractiva ha aclarado que el limbo es un fino anillo que rodea la córnea y que contiene las células madres, fundamentales para la viabilidad del injerto corneal.
Al cabo de tres meses, una vez regenerada la superficie ocular se llevó a cabo el último paso, mediante un transplante total de córnea que junto a una operación de catarata practicada en la misma intervención, permitió al paciente recuperar al menos un 50% de su visión.
Para el paciente fue un gran cambio ya que volvió a ver y recuperó autonomía para regresar a la vida cotidiana en su país, donde se le recomendó seguir con el tratamiento prescrito y con controles periódicos para mantener el buen resultado obtenido tras el éxito de la operación.
Fuente: 20minutos
Para curarse la enfermedad decidió someterse a un transplante de córnea, y el instituto de microcirugía ocular de Barcelona le ofreció una alternativa para someterse a un transplante de córnea, ya que la enfermedad había provocado que esta estructura perdiese su transparencia, impidiendo el paso de la luz y de la imágenes al interior del ojo.
Según a contado Oscar Gris, especialista del departamento de córnea, catarata y cirugía refractiva, el paciente saudí tenía la superficie ocular completamente destruida y para que el transplante de córnea funcionase era necesario hacer un tratamiento escalonado que constó de tres fases.
El primer paso fue desinflamar el ojo e inactivar la enfermedad, mediante corticoides tópicos y un tratamiento inmunosupresor sistémico, en coordinación con el equipo de medicina interna y enfermedades infecciosas del instituto.
El segundo paso fue realizar un transplante de limbo, pero tuvo que ser de un donantes ya que los dos ojos del paciente estaban afectados y no era posible obtener tejido sano del propio paciente. Oscar Gris, especialista del departamento de córnea, catarata y cirugía refractiva ha aclarado que el limbo es un fino anillo que rodea la córnea y que contiene las células madres, fundamentales para la viabilidad del injerto corneal.
Al cabo de tres meses, una vez regenerada la superficie ocular se llevó a cabo el último paso, mediante un transplante total de córnea que junto a una operación de catarata practicada en la misma intervención, permitió al paciente recuperar al menos un 50% de su visión.
Para el paciente fue un gran cambio ya que volvió a ver y recuperó autonomía para regresar a la vida cotidiana en su país, donde se le recomendó seguir con el tratamiento prescrito y con controles periódicos para mantener el buen resultado obtenido tras el éxito de la operación.
Fuente: 20minutos
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