¿CÓMO SE VUELVE UNA PLANTA CARNÍVORA?

Un innovador estudio ha llevado a los investigadores ha descubrir el camino evolutivo que lleva a las plantas a transformarse en carnívoras: todas usan las mismas proteínas para crear las enzimas que le permiten digerir a la presa. El mecanismo biológico es semejante en las plantas carnívoras australianas, asiáticas y americanas, aunque han evolucionado de forma independiente.

Un nuevo estudio propone que para una planta, la trayectoria evolutiva para convertirse en carnívora es bastante limitada. Incluso en plantas carnívoras totalmente distintas, el camino evolutivo es muy parecido.

El estudio realizado ha analizado los orígenes carnívoros de varias plantas distintas de diferentes lugares geográficos como Australia, Asia y Estados Unidos. Y ha descubierto que sus orígenes carnívoros son muy parecidos al trayecto evolutivo de los ojos en los insectos y en los humanos. Aunque cada especie de planta ha desarrollado sus aptitudes carnívoras características, el estudio llega a la conclusión de que la maquinaria biológica para digerir insectos es prácticamente igual en todas ellas.

La investigación insinúa que no hay muchas trayectorias evolucionistas posibles para convertirse en una planta carnívora. Estas plantas por naturaleza tiene una caja de herramientas genéticas y la utilizan para encontrar una posible solución al problema de convertirse en carnívoras. Al final, todas las plantas llegan a la misma conclusión.

Las plantas carnívoras viven en muchas ocasiones en entornos pobres en nutrientes, por lo que su habilidad para apresar y digerir animales puede ser esencial dada la carencia de otros recursos alimentarios, según los investigadores.

Estas plantas tan peculiares capturan los insectos atrayéndolos a una trampa que preparan en una hoja deslizante que impide a que la presa escape una vez que ha entrado. Una mezcla de fluidos digestivos colocados al fondo de la trampa descomponen la carne y el exoesqueleto de la captura.

Las plantas carnívoras ya citadas anteriormente poseen todas las mismas particularidades aunque han evolucionado de manera individual, según una investigación de 1992 publicada en la revista Science. Esta nueva investigación es una prolongación de aquella investigación para un análisis exhaustivo sobre los trayectos comunes compartidos por estas plantas.

Cómo hacerse carnívora

En este segundo estudio se comprueba que el camino evolutivo es parecido para las tres especies de plantas analizadas: la Cephalotus follicularis (australiana), la Nepenthes alata (asiática) y la Sarracenia purpurea (americana).

Un análisis genético, que contiene la secuencia de todo el genoma de Cephalotus, presenta con pruebas sólidas que para volverse carnívoras durante su evolución, cada una de estas plantas han escogido las mismas proteínas para construir las enzimas que le permiten digerir a la presa.

Transcurrido el tiempo, en las tres especies analizadas, las proteínas naturales vinculadas con la defensa de enfermedades y otros peligros, han desarrollado las enzimas digestivas que se pueden ver hoy.

Estas enzimas contienen la quitinasa básica, que es la causante de la descomposición de la quitina, el principal componente exterior de los exoesqueletos de los insectos. También la fosfatasa ácida, que facilita a las plantas la obtención del fósforo, un nutriente básico.

Este hallazgo no es más ni menos que un ejemplo de la evolución paralela, en la cual diferentes especies pueden obtener características similares para transformarse en depredadoras, lo que llega a sorprender a los autores de dicha investigación.

La evolución paralela funciona a veces de la misma forma, dicen los investigadores. Es el caso de las plantas del café y del cacao, que han desarrollado independientemente la cafeína, estas plantas al igual que las anteriores han escogido las mismas proteínas para fabricarlas.

FUENTE: Tendencias 21

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