Un fósil de dinosaurio de hace 180 millones de año ha sido hallado en un yacimiento marino de la Patagonia. El hallazgo ha sido realizado por un grupo de paleontólogos de la Universidad de Zaragoza. Este descubrimiento ha permitido conocer lo que el animal tenía en el estómago antes de morir, cosa nunca averiguada hasta entonces en un ornitópodo primitivo del Jurásico.
Este dinosaurio, Isaberrysaurus, es único en el registro fósil mundial gracias a una serie de características distintivas. Los restos se hallaron en el fondo del mar, lo cual significa que tuvieron ser transportados mar adentro, ya que estos animales eran terrestres. Además, los huesos se encontraban articulados en el yacimiento, lo que ha permitido recuperar una información paleobiológica única, según afirma el coordinador principal del grupo de Aragosaurus (Universidad de Zaragoza).
Sin embargo, la peculiaridad más importante de este fósil es lo que se halló en la carcasa estomacal. En su interior había una masa de semillas mineralizadas, lo que pone en evidencia cómo era su alimentación. "En el registro fósil existen muy pocas pruebas sobre la alimentación de los dinosaurios herbívoros. Esta se trata de la primera evidencia de alimentación en un ornitópodo primitivo y en el Jurásico", explica el investigador.
El estado de conservación de las semillas significa que aún no había dado tiempo a que la parte externa de la semilla se disolviera, por lo que el dinosaurio estaba en el inicio de su proceso digestivo. Los científicos han reconocido dos tipos de semillas entre las que se encontraban en el estómago del dinosaurio. Unas de ellas son Cycadales, y son las más grandes.
Estas semillas tienen principios venenosos en la actualidad, aunque algunas de sus partes podrían ser comestibles para animales muy grandes. Tras varios estudios, se ha llegado a la conclusión de que los dinosaurios dispersaban las semillas de las Cycadales, ya que atravesarían todo el tracto digestivo para ser expulsadas posteriormente como semillas.
El cráneo del Isaberrysaura carece de osteodermos (placas óseas que se encuentran en la piel), por lo que no puede clasificarse dentro de los estegosaurios. El estudio filogenético realizado los sitúa en la base de la radiación de los ornitópodos. Este grupo tuvo mucha popularidad en el Cretácico, ya que contaba con numerosos dinosaurios herbívoros que dominaban en el hemisferio norte. Sin embargo, nunca se había registrado pruebas de su existencia en esta época en el hemisferio sur.
Fuente: ABC
Comentarios
Publicar un comentario
Gracias por comentar. Te rogamos que seas preciso y educado en tus comentarios.