
Sin embargo, la peculiaridad más importante de este fósil es lo que se halló en la carcasa estomacal. En su interior había una masa de semillas mineralizadas, lo que pone en evidencia cómo era su alimentación. "En el registro fósil existen muy pocas pruebas sobre la alimentación de los dinosaurios herbívoros. Esta se trata de la primera evidencia de alimentación en un ornitópodo primitivo y en el Jurásico", explica el investigador.
El estado de conservación de las semillas significa que aún no había dado tiempo a que la parte externa de la semilla se disolviera, por lo que el dinosaurio estaba en el inicio de su proceso digestivo. Los científicos han reconocido dos tipos de semillas entre las que se encontraban en el estómago del dinosaurio. Unas de ellas son Cycadales, y son las más grandes.

Estas semillas tienen principios venenosos en la actualidad, aunque algunas de sus partes podrían ser comestibles para animales muy grandes. Tras varios estudios, se ha llegado a la conclusión de que los dinosaurios dispersaban las semillas de las Cycadales, ya que atravesarían todo el tracto digestivo para ser expulsadas posteriormente como semillas.
El cráneo del Isaberrysaura carece de osteodermos (placas óseas que se encuentran en la piel), por lo que no puede clasificarse dentro de los estegosaurios. El estudio filogenético realizado los sitúa en la base de la radiación de los ornitópodos. Este grupo tuvo mucha popularidad en el Cretácico, ya que contaba con numerosos dinosaurios herbívoros que dominaban en el hemisferio norte. Sin embargo, nunca se había registrado pruebas de su existencia en esta época en el hemisferio sur.
Fuente: ABC
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