MAMÍFEROS MEDIANTE REPRODUCCIÓN ASEXUAL

Tras numerosos experimentos, dos científicos consiguen crear por primera vez un mamífero mediante reproducción asexual.
Se utilizó el material genético de un embrión rata, inroduciéndose las células de este en el interior del cuerpo de una rata hembra, dando lugar así a tres ratones idénticos genéticamente.



Peter Hoppe (del laboratorio Jackson, de Bar Harbor, Maine) y Karl Illmensee (de la Universidad de Ginebra), fueron los investigadores que llevaron a cabo este experimento, nombrado como "la ruptura de una barrera genética" según el doctor Frank Ruddle de la Universidad de Yale. Todo el experimento se llevó a cabo en la Universidad de Ginebra.

Numerosas experiencias como esta han sido realizadas con éxito, pero solo con plantas y animales inferiores, sobre todo con ranas. La posibildad de haberlo realizado con ratones da lugar a la existencia de la repetición genética en mamíferos.

Todo fue realizado con éxito hace más de dieciocho meses, pero no se hizo público hasta ahora «por temor de algunos científicos a las consecuencias que acarrearía la experiencia si alguien se decidiera a practicarla sobre los humanos». Esta posiblidad provocó la acogida del experimento en los medios científicos norteamericanos con entusiasmo e inquietud.

«Teóricamente, ahora estamos más cerca de la reproducción en serie de mamíferos superiores», ha señalado el eminente biólogo y especialista en genética humana Frank Ruddle.

Dejando de lado ciertas dificultades y el alto coste, numerosos científicos piensan que estos experimentos podrían terminar por provocar un día, la reproducción en serie de seres humanos.

Otros científicos, sin embargo, piensan que estas inquietudes están injustificadas. «Estamos muy lejos de la duplicación de seres humanos», estima el profesor Davor Solter, del Instituto, Wistar, de Filadelfia. Según el profesor Solter, la duplicación de mamíferos llegará a alcanzar un interés real cuando se logren reproducir células adultas. Entonces será posible, por ejemplo, obtener varias reproducciones de una buena vaca.

Fuente: EL PAÍS