Estudios realizados en ratones pueden dar lugar a una nueva forma de controlar el dolor. Existen unos ''mini cerebros'' situados en los ganglios del sistema nervioso periférico que miden la sensación de dolor, ya no solo depende del sistema nervioso central, del cerebro y la médula espinal. En el sistema nervioso periférico formado por nervios y neuronas funciona indicándole al sistema nervioso central como funcionar.
Últimamente se le ha dado un papel importante en los ganglios nerviosos y su forma de interpretar el dolor, pasando de ser una simple fuente de energía para leer mensajes que lleguen al sistema nervioso central a actuar como "mini cerebros" que modifican la cantidad y la calidad de información enviada.
Las células nerviosas situadas en los ganglios pueden intercambiar información con la molécula llamada GABA, este estudio es un proceso que antes de pensaba que estaba restringido al sistema nervioso central.
Estos hallazgos serán de vital importancia para el desarrollo de nuevos analgésicos a los que se podría añadir fármacos para el dolor de espalda y la artritis. Los fármacos que se emplean actualmente están dirigidos al sistema nervioso central, con muchos efectos secundarios como la adicción y la tolerancia.
Ahora existirá la posibilidad de desarrollar medicamentos que no sean adictivos, que no afecten al sueño y que se dirijan al sistema nervioso periférico por lo que su dosificación puede ser mucho mayor y más eficaz.
En caso que los resultados de la investigación sean favorables para los seres humanos harían falta un mínimo de entre 15 y 20 años para producir un medicamento que funcione.
Las investigaciones no están concluidas pero sorprende que el sistema nervioso periférico tenga la capacidad de alterar la información que se envía al cerebro. Sólo se ha probado en roedores. Se seguirá investigando para saber como funciona exactamente, pero hay razones de peso que hacen pensar que en los humanos existe la misma organización nerviosa.
Fuente: Tendencias 21
Últimamente se le ha dado un papel importante en los ganglios nerviosos y su forma de interpretar el dolor, pasando de ser una simple fuente de energía para leer mensajes que lleguen al sistema nervioso central a actuar como "mini cerebros" que modifican la cantidad y la calidad de información enviada.
Las células nerviosas situadas en los ganglios pueden intercambiar información con la molécula llamada GABA, este estudio es un proceso que antes de pensaba que estaba restringido al sistema nervioso central.
Estos hallazgos serán de vital importancia para el desarrollo de nuevos analgésicos a los que se podría añadir fármacos para el dolor de espalda y la artritis. Los fármacos que se emplean actualmente están dirigidos al sistema nervioso central, con muchos efectos secundarios como la adicción y la tolerancia.
Ahora existirá la posibilidad de desarrollar medicamentos que no sean adictivos, que no afecten al sueño y que se dirijan al sistema nervioso periférico por lo que su dosificación puede ser mucho mayor y más eficaz.
En caso que los resultados de la investigación sean favorables para los seres humanos harían falta un mínimo de entre 15 y 20 años para producir un medicamento que funcione.
Las investigaciones no están concluidas pero sorprende que el sistema nervioso periférico tenga la capacidad de alterar la información que se envía al cerebro. Sólo se ha probado en roedores. Se seguirá investigando para saber como funciona exactamente, pero hay razones de peso que hacen pensar que en los humanos existe la misma organización nerviosa.
Fuente: Tendencias 21
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