Este hallazgo ha sido logrado por los investigadores del Instituto Leloir y del CONICET, quienes han conseguido revelar la integración de información llevada a cabo por cinco fotorreceptores, y abre el camino para la extensión de áreas de producción agrícola a otras latitudes.
Los científicos de la Fundación Instituto Leroir y de CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas consiguieron descifrar por primera vez ciertos mecanismos biológicos que consiguen integrar información de modo que las plantas conozcan la duración del día, es decir, el número de horas de luz en 24 horas.
El doctor Pablo Cerdán, investigador independiente del CONICET, trabajador en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires y director del Laboratorio de Biología Molecular señala: "Nuestro hallazgo abre caminos para el desarrollo de cultivos que puedan reproducirse en otras latitudes o alterar su ciclo, a partir del conocimiento de los genes involucrados en la percepción del tiempo y el paso de las estaciones".
A través del uso de una planta muy usada en estudios de laboratorio Cerdán y dos integrantes de su equipo pudieron realizar una exhaustiva investigación sobre los mecanismos de los receptores de luz.
Según el propio Cerdán: "Esos sensores, llamados fitocromos, perciben la calidad y cantidad de luz, niveles de sombras y otros datos del entorno. Luego, esta información es comunicada a la planta y desencadena reacciones moleculares que regulan su crecimiento para que se desarrolle de la manera más adecuada de acuerdo al ambiente".
Desde la década de 1950 se comenzaron a describir los primeros sensores de luz, y desde entonces muchos estudios se han centrado en el análisis de uno o alguno de ellos. Pero el equipo de Cerdán decidió estudiar el modo en que la planta integra y hace un balance de los datos de todos los receptores de manera simultánea, así como la forma en la que dicha información influye en su desarrollo.Para lograr este objetivo emplearon la planta Arabidosis thaliana, empleada en varios experimentos.
El procedimiento para entender estos fotorreceptores fue explicado por Sanchez-Lamas, primer autor del estudio: "Creamos plantas que poseían solo uno o dos de los cinco fitocromos presentes, de modo tal de averiguar el papel de cada uno en procesos importantes en la vida de una planta, como la germinación y la floración".
Fuente: CONICET
Los científicos de la Fundación Instituto Leroir y de CONICET (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas consiguieron descifrar por primera vez ciertos mecanismos biológicos que consiguen integrar información de modo que las plantas conozcan la duración del día, es decir, el número de horas de luz en 24 horas.
El doctor Pablo Cerdán, investigador independiente del CONICET, trabajador en el Instituto de Investigaciones Bioquímicas de Buenos Aires y director del Laboratorio de Biología Molecular señala: "Nuestro hallazgo abre caminos para el desarrollo de cultivos que puedan reproducirse en otras latitudes o alterar su ciclo, a partir del conocimiento de los genes involucrados en la percepción del tiempo y el paso de las estaciones".
A través del uso de una planta muy usada en estudios de laboratorio Cerdán y dos integrantes de su equipo pudieron realizar una exhaustiva investigación sobre los mecanismos de los receptores de luz.
Según el propio Cerdán: "Esos sensores, llamados fitocromos, perciben la calidad y cantidad de luz, niveles de sombras y otros datos del entorno. Luego, esta información es comunicada a la planta y desencadena reacciones moleculares que regulan su crecimiento para que se desarrolle de la manera más adecuada de acuerdo al ambiente".
Desde la década de 1950 se comenzaron a describir los primeros sensores de luz, y desde entonces muchos estudios se han centrado en el análisis de uno o alguno de ellos. Pero el equipo de Cerdán decidió estudiar el modo en que la planta integra y hace un balance de los datos de todos los receptores de manera simultánea, así como la forma en la que dicha información influye en su desarrollo.Para lograr este objetivo emplearon la planta Arabidosis thaliana, empleada en varios experimentos.
El procedimiento para entender estos fotorreceptores fue explicado por Sanchez-Lamas, primer autor del estudio: "Creamos plantas que poseían solo uno o dos de los cinco fitocromos presentes, de modo tal de averiguar el papel de cada uno en procesos importantes en la vida de una planta, como la germinación y la floración".
Fuente: CONICET
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