Investigadores de la Universidad de Bristol (Estados Unidos) han descubierto que algunas plantas pueden aprovechar la luz de la penumbra usando hojas azules. Lo más sorprendente es que los cloroplastos consiguen manipular la física cuántica y aumentar la eficacia de la fotosíntesis.
Según informa la directora de la investigación Heather Whitney, han descubierto que las plantas y más concretamente los cloroplastos pueden manipular la luz gracias a su estructura. Añade también que ya sabían que las plantas tienen varias rutas con las que poder controlar la luz, sin embargo el hecho de que sean capaces de controlarla con su estructura es alucinante. Los cloroplastos absorben la luz que posee pigmentos y la usan para la producción de azúcares y moléculas para crecer.

Esto se produce en el interior de los cloroplastos. A diferencia de los cloroplastos que podemos encontrar en las demás plantas, estos se distribuyen en una estructura muy regular en la cual se puede reflejar la luz de ciertos colores. Por esta razón las hojas de esta planta presentan un color azul y un efecto de iridiscencia.
Tal y como ha explicado Whitney, esa manipulación de la luz debe ser bastante abundante entre las plantas. A lo que aún no han encontrado respuesta es a si los cloroplastos iridiscentes podrían adaptarse a la luz tanto como para beneficiarse de este efecto cuántico. Whitney ha aclarado que hay varias plantas iridiscentes y otras muchas no lo son pero que tienen una estructura muy parecida y organizada respecto a los cloroplastos.
La conclusión tras esta investigación es que los cloroplastos además de transformar la luz en energía útil para la planta, también tienen la capacidad de controlar su propagación y su captura.
Fuente: ABC
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