Como consecuencia del cambio climático las condiciones en Nicaragua y la mayoría de países que se dedican al cultivo del café siguen variando, dificultando la tarea del cultivo de el mismo.
Los especialistas señalan que la mejor solución es la mejora de la nutrición y el cuidado de estos garantizando así la supervivencia de estos.
Un cultivo del café inadecuado no sólo expresa el 20% de su capacidad, sino que su calidad baja considerablemente. En cambio afirman que si el cultivo esta correctamente nutrido, esta producción podía aumentar notablemente y además incrementar su calidad.
Afirman los investigadores que al estar bien nutrido sería menos susceptible a plagas y por lo tanto no habría que añadirles tantos químicos, por lo que todo serían ventajas, tanto para el medio ambiente como para la calidad del producto y su pureza.
Sin embargo estos investigadores se encuentran con un gran obstáculo, no poseen los materiales necesarios para llevar a cabo correctamente esta investigación, ni si quiera disponen de un laboratorio. Por ello, aunque intenten nutrir y acondicionar al cultivo, y en algunos casos haya resultado efectivo, al no disponer de las instalaciones pertinentes para comprobar los resultados, así como el estado de los suelos, no se podrá concluir la investigación correctamente.
Mientras el laboratorio se instala en el país, a los investigadores sólo les queda, seguir con su proyecto y enfocarlo de forma empírica, cuando lo correcto sería poder recoger los resultados llevando el protocolo pertinente que requiere esta actividad.
La correcta nutrición no sería la solución a todos los problemas, pero sí a muchos de ellos, como las plagas o enfermedades, que comentábamos antes, que con la acción de los químicos muchas han mutado, volviendose así resistentes a estos.
Muchas veces el problema reside en los agrigultores, que usan fuentes mas baratas, que son inadecuadas, puesto que son menos solubles y tienen una eficacia más baja, por lo que sus cafetales no son capaces de resistir a las enfermedades ni adaptarse correctamente a los cambios climáticos.
Según el especialista, una correcta combinación de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, boro, cinc y azufre que garantice uniformidad y calidad en la aplicación asegura una nutrición adecuada. Pero aclara que no existe una dosis fija que garantice la efectividad.
El requerimiento de estos nutrientes varía, porque es la zona la que define el potencial productivo, que puede ser alto, medio o bajo, y el grado de habilidad para producir cafés de mejor calidad. Esto conlleva a que cada zona tenga un programa de nutrición variable.
Los especialistas señalan que la mejor solución es la mejora de la nutrición y el cuidado de estos garantizando así la supervivencia de estos.
Un cultivo del café inadecuado no sólo expresa el 20% de su capacidad, sino que su calidad baja considerablemente. En cambio afirman que si el cultivo esta correctamente nutrido, esta producción podía aumentar notablemente y además incrementar su calidad.
Afirman los investigadores que al estar bien nutrido sería menos susceptible a plagas y por lo tanto no habría que añadirles tantos químicos, por lo que todo serían ventajas, tanto para el medio ambiente como para la calidad del producto y su pureza.
Sin embargo estos investigadores se encuentran con un gran obstáculo, no poseen los materiales necesarios para llevar a cabo correctamente esta investigación, ni si quiera disponen de un laboratorio. Por ello, aunque intenten nutrir y acondicionar al cultivo, y en algunos casos haya resultado efectivo, al no disponer de las instalaciones pertinentes para comprobar los resultados, así como el estado de los suelos, no se podrá concluir la investigación correctamente.
Mientras el laboratorio se instala en el país, a los investigadores sólo les queda, seguir con su proyecto y enfocarlo de forma empírica, cuando lo correcto sería poder recoger los resultados llevando el protocolo pertinente que requiere esta actividad.
La correcta nutrición no sería la solución a todos los problemas, pero sí a muchos de ellos, como las plagas o enfermedades, que comentábamos antes, que con la acción de los químicos muchas han mutado, volviendose así resistentes a estos.
Muchas veces el problema reside en los agrigultores, que usan fuentes mas baratas, que son inadecuadas, puesto que son menos solubles y tienen una eficacia más baja, por lo que sus cafetales no son capaces de resistir a las enfermedades ni adaptarse correctamente a los cambios climáticos.
Según el especialista, una correcta combinación de nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, magnesio, boro, cinc y azufre que garantice uniformidad y calidad en la aplicación asegura una nutrición adecuada. Pero aclara que no existe una dosis fija que garantice la efectividad.
Es en este punto dond es e debe prestar una mayor atención al procedimiento, ya que una mayor o menor cantidad de porcentaje necesario de esto minerales incidirá de una manera o de otra en el cultivo.
El aluminio y el cloro afectan negativamente a la calidad del grano, en cambio el cinc y el calcio inciden de forma positiva.
Ese es un cambio que sí se puede hacer, solo se necesita la decisión de todas las partes: los gobiernos, los agricultores y de los consumidores que están obligados a preguntar qué contiene el café, frutas o cualquier otro alimento que compren.
Fuente: La prensa.
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