La primera cosecha de algas que una empresa privada cultiva en aguas abiertas de Asturias ha sido recogida recientemente por Algas de Asturias S.L. siendo una de los primeros macrocultivos europeos de este tipo.
Daniel Suárez ha apostado por crear un parque de cultivo en aguas de la costa lastrina donde ya se da la Kombu de azúcar (Saccharina latissima),que es como se comercializa para el consumo humano. José María Osoro, director general de la empresa, declara: «Estoy feliz por ver hecho realidad un proyecto en el que se ha puesto muchísimo mimo y que se ha hecho posible en Lastres gracias al tesón y también a la colaboración de la Cofradía de Pescadores y el Club Náutico».
Siguiendo la experiencia de Eva Llera, del Centro de Experimentación Pesquera, el empresario Daniel Suárez tomó la iniciativa. Esta variedad de alga es autóctona del Mar Cantábrico, pero en los últimos años ha tenido una enorme recesión, de ahí que la iniciativa sirva también para recuperar el hábitat marino.
Siguiendo la experiencia de Eva Llera, del Centro de Experimentación Pesquera, el empresario Daniel Suárez tomó la iniciativa. Esta variedad de alga es autóctona del Mar Cantábrico, pero en los últimos años ha tenido una enorme recesión, de ahí que la iniciativa sirva también para recuperar el hábitat marino.
La Saccharina Latissima tiene muchos usos (talasoterapia, medicina natural, alimentación de animales, fabricación de ciertos alimentos, aplicaciones terapéuticas...) pero se ha introducido en la alimentación por sus pecualiares características: un alto contenido proteico y bajo contenido calórico (49 Kcal./100 g deshidratados) y una baja cantidad de lípidos.
La iniciativa empresarial se decidió por crear el parque de cultivo en Lastres por la calidad de las aguas, la existencia de nutrientes, la profundidad adecuada, los fondos arenosos y el abrigo del Cabo Lastres frente a los temporales del Noroeste.
La Saccharina latissima es una especie anfioceánica que se distribuye por el Atlántico y Pacífico. En el Noreste Atlántico está presente desde Groenlandia hasta el norte de Portugal. En el Pacífico está presente desde Alaska hasta California. También se constata su presencia en China y Corea. En la Península Ibérica, su presencia está restringida a las costas del cuadrante noroccidental, desde las costas asturianas hasta el norte de Portugal. Esto es debido, en gran parte, a que esta especie se encuentra en el límite meridional de su área de distribución, ya que para la supervivencia de los esporofitos, la temperatura máxima del mar no debe superar en ningún caso los 20º C, límite que suele sobrepasarse en el resto de nuestras costas. Por esta causa, dentro de la rareza de esta especie en el contexto peninsular, es en Galicia y Asturias donde las condiciones para su desarrollo son más adecuadas y se pueden encontrar, aunque dispersas, sus mejores poblaciones.
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