LÍPIDOS FÓSILES DE 48 MILLONES DE AÑOS

Los lípidos más antiguos encontrados en un fósil de ave, le sirvieron para acicalarse el plumaje. Publicado en la revista Royal Society Proceedings B, el estudio realizado por un equipo internacional de investigadores del Instituto de Investigación y Museo de Historia Natural Senckenberg ha sido todo un descubrimiento: se ha hallado un nuevo fósil de un pájaro de 48 millones de años de antigüedad, el cual conserva aún una glándula uropígea con sus lípidos fosilizados.

Por regla general, las partes blandas de los organismos muertos no suelen resistir al paso del tiempo, por lo que la mayoría de restos fósiles de vertebrados suelen ser exclusivamente huesos.

No obstante, este equipo ha realizado un hallazgo sorprendente en yacimiento fósil Messel Pit, cerca de Darmstadt en Alemania, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Según estudiaban los restos fósiles de un ave de 48 millones de años de antigüedad, los investigadores hallaron la glándula urpígea de dicha ave, la cual conservaba restos lipídicos. Dicha glándula se encuentra presente en la mayoría de las aves, situada en la base de la cola, y produce un tipo de aceite que permite el acicalamiento e impermeabilización del plumaje de las aves.

Según declara uno de los coautores del estudio, los detallados análisis químicos revelan que dichos lípidos conservan prácticamente su composición original, y que la cadena larga de compuestos de hidrocarburos de los restos fosilizados de la glándula uropígea puede diferenciarse claramente del esquisto bituminoso que rodea al fósil.

Hasta la fecha no se ha descubierto qué condiciones han sido las que han propiciado la supervivencia de estos lípidos durante tanto tiempo. No se descarta la posibilidad de que fuera la exclusión de oxígeno; o quizás sus componentes antibacterianos, que impidieron su descomposición total, pues fueron pocas las bacterias encontradas en el análisis de dicho fósil.

Independientemente de las razones de su supervivencia, este hallazgo se ha convertido en un gran hito para la paleontología, pues la existencia de lípidos de 48 millones de años de antigüedad revela el potencial de preservación alcanzable bajo condiciones favorables, y no solo plumas y pelo, como se creía anteriormente.

Fuente: Science Daily, National Geographic

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