REGULACIÓN DE LÍPIDOS, LA CLAVE CONTRA EL ALZHÉIMER Y PÁRKINSON

Un experimento realizado por primera vez para la revista Scientific Reports ha conseguido demostrado, usando herramientas tecnológicas, que los lípidos poliinsaturados pueden variar la capacidad y la velocidad que tienen ciertos receptores responsables de enfermedades en el sistema nervioso, el trabajo fue liderado por expertos del Programa de Investigación en Informática Biomèdica del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) y otras asociaciones científicas

Gracias a la maquinaria actual de simulación molecular, generalmente microscopios computacionales, los investigadores han demostrado que una disminución de lípidos poliinsaturados en las membranas neuronales, como se puede observar en paciente que tienen enfermedades de sistema nervioso como Párkinson y Alzhéimer, pueden afectarles directamente a la velocidad de unión de los receptores de dopamina y adenosina.
 Estos receptores forman parte de la familia de los acoplados a la proteína G (GPCR), localizados en la membrana celular y encargados de transmitir señales al interior de la célula.

Hasta ahora, distintos estudios habían demostrado que el perfil lipídico cerebral de personas con enfermedades como el Alzhéimer y el Párkinson es muy distinto al de personas sanas.

Los trabajos mostraban que los niveles de un ácido graso poliinsaturado, presente en las membranas neuronales, son considerablemente más bajos en el cerebro de los individuos enfermos.

Los investigadores creen que esta diferencia en la composición lipídica de las membranas podría alterar la forma en la que ciertas proteínas interactúan entre ellas, como en el caso de los receptores GPCRs.

Según Jana Selent, investigadora del grupo de Farmacoinformática del IMIM y la UPF:

“Recientemente se ha descubierto que el complejo proteico formado por la unión de los receptores de dopamina y de adenosina, dos GPCRs claves en diversos procesos cerebrales, podría ser una potencial diana terapéutica en enfermedades neurodegenerativas como el párkinson o el alzhéimer.

Nuestro estudio sugiere que los lípidos poliinsaturados como el DHA pueden modular la velocidad a la que se forma este complejo proteico, lo cual podría a su vez afectar su función”.

FUENTES: AGENCIASINC, DSALUD

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