La investigación, que publica hoy la revista Nature Genetics, se enmarca en el proyecto 4D Genoma,según ha explicado el coinvestigador principal de este trabajo, Marc A. Martí-Renom, "los resultados indican que la arquitectura del genoma tiene un valor muy importante para controlar la expresión de los genes durante la reprogramación y, por tanto, para las funciones especializadas de las células del cuerpo".
“Esperábamos observar que los factores de transcripción primero encenderían ciertos genes, y que esto forzaría después la reorganización de la estructura 3D del cromosoma. Sorprendentemente, lo que encontramos fue que, en una gran parte del genoma, los factores de transcripción en realidad promovían la reorganización espacial primero, antes de encender cualquier gen”, ha detallado Ralph Stadhouders, coprimer autor del trabajo junto al biólogo computacional Enrique Vidal.
“Nuestro trabajo muestra que los factores de transcripción juegan un papel completamente nuevo en la reprogramación: no sólo encienden y apagan genes, sino que promueven los cambios arquitectónicos necesarios para modificar la expresión de los genes”, ha concluido Graf, jefe de grupo en el CRG y líder de este estudio.
Hasta ahora, los científicos han estado leyendo el genoma como una secuencia de letras, aunque algunos ya exploran su organización tridimensional, como los investigadores del CRG que han demostrado que la organización espacial del genoma juega un papel crucial en la expresión de los genes.
El proyecto 4D Genoma pretende comprender cómo la organización espacial del genoma contribuye en las decisiones que toman las células y descubrir si la arquitectura del genoma tiene una función biológica o si es un simple efecto secundario fruto de la propia actividad del genoma.
Desde los años 50 se sabe que todas las células del cuerpo contienen la misma información genética, pero cada célula lee y utiliza la información contenida en diferentes partes del genoma.
Los factores de transcripción son la maquinaria necesaria para que esto ocurra, ya que se encargan de "encender" y "apagar" los genes.
Fuentes: SER, EFE
“Esperábamos observar que los factores de transcripción primero encenderían ciertos genes, y que esto forzaría después la reorganización de la estructura 3D del cromosoma. Sorprendentemente, lo que encontramos fue que, en una gran parte del genoma, los factores de transcripción en realidad promovían la reorganización espacial primero, antes de encender cualquier gen”, ha detallado Ralph Stadhouders, coprimer autor del trabajo junto al biólogo computacional Enrique Vidal.
“Nuestro trabajo muestra que los factores de transcripción juegan un papel completamente nuevo en la reprogramación: no sólo encienden y apagan genes, sino que promueven los cambios arquitectónicos necesarios para modificar la expresión de los genes”, ha concluido Graf, jefe de grupo en el CRG y líder de este estudio.
Hasta ahora, los científicos han estado leyendo el genoma como una secuencia de letras, aunque algunos ya exploran su organización tridimensional, como los investigadores del CRG que han demostrado que la organización espacial del genoma juega un papel crucial en la expresión de los genes.
El proyecto 4D Genoma pretende comprender cómo la organización espacial del genoma contribuye en las decisiones que toman las células y descubrir si la arquitectura del genoma tiene una función biológica o si es un simple efecto secundario fruto de la propia actividad del genoma.
Desde los años 50 se sabe que todas las células del cuerpo contienen la misma información genética, pero cada célula lee y utiliza la información contenida en diferentes partes del genoma.
Los factores de transcripción son la maquinaria necesaria para que esto ocurra, ya que se encargan de "encender" y "apagar" los genes.
Fuentes: SER, EFE
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