
Tal es así que, cuando menos en teoría, esta enfermedad podría llegar a ser curada con las actuales técnicas de edición genética, que permiten que la copia alterada sea sustituida por el gen ‘normal’. Pero, ¿esto es realmente posible? Pues según un estudio dirigido por investigadores de la Universidad Riceen Houston (EE.UU.), sí. Y para ello, tan ‘solo’ hay que utilizar la técnica CRISPR/Cas9 –el denominado ‘corta-pega’ genético.
Como explica Gang Bao, director de esta investigación presentada en el marco del Congreso Anual 2018 de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS) que se está celebrando en Austin (EE.UU.), «la anemia de células falciformes está causada por una mutación simple en el gen de la globina beta en las células madre. Así, la idea es corregir esta mutación, lo que dará lugar a que las células madre con la corrección se diferencien en células normales, incluidos glóbulos rojos normales y completamente sanos».
La anemia de células falciformes está causada por la sustitución de un único aminoácido –en lugar de un glutamato, los afectados portan una valina– en la sexta posición de la cadena de la proteína ‘globina beta’, lo que provoca que el glóbulo rojo o ‘eritrocito’ tenga una menor capacidad de unión al oxígeno y se acabe atrofiando. Pero, ¿por qué este cambio de glutamato por valina? Pues porque en el gen que codifica la proteína hay una secuencia ‘GTG’ –que codifica para el aminoácido valina– en lugar de ‘GAG’ –que codifica para el glutamato–. Así de lo que se trataría es de cambiar este nucleótido ‘T’ (timina) por el correcto, esto es, por la ‘A’ (alanina). Y para ello, los autores han recurrido a la técnica CRISPR/Cas9.

La anemia de células falciformes está causada por una mutación simple en el gen de la globina beta en las células madre
En definitiva, y como apuntan los autores, «los resultados suponen un paso adelante en el tratamiento de la anemia de células falciformes. Así, los obstáculos para lograr la cura de la enfermedad incluyen, por una parte, la optimización de la técnica CRISPR/Cas9 para eliminar los efectos en otros genes y, por otra, hallar la manera de incrementar aún más la cantidad de células madre ‘corregidas’».
De hecho, y lejos de ser infalible, el ‘corta-pega’ genético solo fue capaz de reparar el defecto genético en el 20-40% de las células madre tratadas en el laboratorio. Sin embargo, como concluye Gang Bao, «todavía no sabemos si reparar un 40% de estas células es suficiente para curar a un paciente. Nos gustaría poder decir que sí, pero la verdad es que no lo sabemos. Es algo que esperamos conocer en un futuro ensayo clínico».
Fuentes: Genética Medicina, ABC
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