
Se trata de un descubrimiento inesperado que hasta ahora solo se habían conseguido demostrar con teorías, nunca se llevó a la práctica.
Entre las muchas aplicaciones que puede tener destacan: la explotación de la física hidráulica en grúas y maquinaria pesada, frenos de automóviles y sistemas contra incendios.
La aplicación más relevante es la ayuda para la secuenciación del ADN con nanoporos de grafeno, supondrá un importante ahorro económico.
El movimiento de biomoléculas impulsado por el campo eléctrico es un proceso esencial para muchos métodos de análisis, en particular, para la detección de nanoporos, donde una reducción transitoria de la corriente iónica del nanoporo indica el paso de una biomolécula a través del nanoporo.

La diferencia de presión causada por el fuerte gradiente de densidad del agua produce una fuerza hidrostática que repele el ADN o las proteínas del nanoporo, impidiendo, en ciertas condiciones, su captura.
En un principio se pensó en usar este trabajo para la secuenciación de ADN, pero ahora se intentará utilizarlo para identificar y separar biomoléculas muy similares.
Fuentes:iagua , Europapress
Fuentes:iagua , Europapress
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