En 1901, el joven dentista Frederick S. Mckay abrió su consulta en Colorado, y observó que casi todos los habitantes tenían los dientes moteados de color marrón.Sus dentaduras eran antiestéticas, pero a la vez muy resistentes al desarrollar caries.
Mckay tomó muestras de agua de varios lugares y las envió a un departamento de química.Mediante una espectroscopia, se determinó que el contenido en flúor era de 12ppm ( partes por millón).Un estudio epidemiológico estableció que la presencia de flúor era la responsable del moteado y de la dureza de los dientes.
En el año 1944 se realiza un experimento en New York; se añadió flúor a los depósitos de agua que abastecían al barrio de Newburgh, y el distrito de Kingston se usó a modo de grupo placebo. En los resultados se observó que la presencia de mínimas cantidades de flúor en el agua de consumo mejoraba la salud de dental de la población.
Años más tardes, el Departamento de Salud recomendó la fluoración de los sistemas de suministros de agua, pero fue en 1965 cuándo se decidió la fluoración de los depósitos de agua de la ciudad de New York.
Otra cuestión preocupante es is el agua fluorada puede causar cáncer, y es que durante años se ha debatido la existencia de una posible relación entre el agua fluorada y el riesgo de cáncer. Esta preocupación surgió cuándo el Programa Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental lleva a cabo un estudio que mostró un aumento en el número de tumores óseos en ratas a las que se les suministró agua con un alto contenido de fluoruro durante dos años.
En un informe presentado por el Servicio de Salud Pública se afirma que la fluoración del agua no presenta un riesgo detectable para los seres humanos. El Servicio de Salud Pública revisó el informe elaborado por los científicos del Instituto Nacional de Cáncer, en el que evaluaron la relación entre la fluoración del agua y el número de muerte por cáncer en EEUU. Después del estudio, los científicos no encontraron indicio de un aumento del riego de cáncer asociado con el agua potable.
Fuente: ABC y Instituto Nacional del Cáncer
Mckay tomó muestras de agua de varios lugares y las envió a un departamento de química.Mediante una espectroscopia, se determinó que el contenido en flúor era de 12ppm ( partes por millón).Un estudio epidemiológico estableció que la presencia de flúor era la responsable del moteado y de la dureza de los dientes.
En el año 1944 se realiza un experimento en New York; se añadió flúor a los depósitos de agua que abastecían al barrio de Newburgh, y el distrito de Kingston se usó a modo de grupo placebo. En los resultados se observó que la presencia de mínimas cantidades de flúor en el agua de consumo mejoraba la salud de dental de la población.
Años más tardes, el Departamento de Salud recomendó la fluoración de los sistemas de suministros de agua, pero fue en 1965 cuándo se decidió la fluoración de los depósitos de agua de la ciudad de New York.
Otra cuestión preocupante es is el agua fluorada puede causar cáncer, y es que durante años se ha debatido la existencia de una posible relación entre el agua fluorada y el riesgo de cáncer. Esta preocupación surgió cuándo el Programa Nacional de Ciencias de la Salud Ambiental lleva a cabo un estudio que mostró un aumento en el número de tumores óseos en ratas a las que se les suministró agua con un alto contenido de fluoruro durante dos años.
En un informe presentado por el Servicio de Salud Pública se afirma que la fluoración del agua no presenta un riesgo detectable para los seres humanos. El Servicio de Salud Pública revisó el informe elaborado por los científicos del Instituto Nacional de Cáncer, en el que evaluaron la relación entre la fluoración del agua y el número de muerte por cáncer en EEUU. Después del estudio, los científicos no encontraron indicio de un aumento del riego de cáncer asociado con el agua potable.
Fuente: ABC y Instituto Nacional del Cáncer
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