La preeclampsia es un trastorno hipertensivo que se asocia con el embarazo y no tiene cura ni opciones de tratamiento adecuadas.
Tanto científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachusetts, como el Centro Médico Beth Israel Deaconess, en Estados Unidos, y la Universidad de Western Sydney, en Australia, han demostrado que un nuevo tipo de terapia innovadora, utilizando pequeños ARN interferentes, puede atenuar los síntomas de la preeclampsia en un modelo animal.
La investigación, que ha estado dirigida por Anastasia Khvorova y Melissa Moore, del ‘RNA Therapeutics Institute’, y Ananath Karumanchi, de Beth Israel y la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, sugiere que la terapia de interferencia de ARN podría ser una potencial estrategia para el tratamiento de la preeclampsia en humanos.
Toda esta investigación se ha llevado a cabo sabiendo que para mujeres con preeclampsia, aumentar algunas semanas el tiempo de embarazo es decisivo y marca gran diferencia en la salud del bebé. Así pues, tras estos estudios podría resultar posible extender el embarazo aproximadamente 5 semanas, mejorando los resultados para el bebé, siendo este más maduro tanto cerebral como respiratoriamente. Por lo que se podían evitar posibles complicaciones en niños de tan bajo peso.
La preeclampsia es la aparición de presión arterial alta y exceso de proteínas en la orina, llamada proteinuria, en la embarazada alrededor de las 20 semanas.
En los casos más graves, los glóbulos rojos se pueden romper, y pueden disminuir los recuentos de plaquetas en la sangre, la función hepática y renal se deteriora y el líquido puede llegar a llenar los pulmones, causando dificultad respiratoria y aumentando la mortalidad tanto para la madre como para el bebé. Esta complicación se da en entre el 2 y el 8 por ciento de todos los embarazos siendo el único tratamiento para la enfermedad el parto del bebé y la extracción de su placenta.
Los síntomas se manifiestan con niveles anormalmente altos de la proteína sFLT1 en la sangre, ubicada en la placenta. Esta proteína actúa como un interruptor para inhibir el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos, por lo que su reducción estaría considerada un objetivo terapéutico prometedor para la enfermedad.
El estudio, muestra que se pueden usar ARN cortos de interferencia para reducir el sFLT1 circulante en la sangre de ratones hembra embarazadas. Estos ácidos nucleicos, degradan los ARN mensajeros utilizados para sintetizar la proteína, por lo que tras el estudio se comprobó que los niveles de sFLT1 (probado en ratones hembra), se reducían hasta un 50 por ciento.
Se comprobó por tanto que una sola inyección de ARNip disminuye los niveles de la proteína y normaliza la presión arterial y proteinuria de las madres. Sin embargo, aún es un estudio incompleto, que no puede ofrecerse a humanos.
Es importante destacar que tras aplicar este tratamiento experimental, se notó una tendencia de reducción de peso de la cría, por lo que es un factor a investigar para perfeccionar este tratamiento en la preeclampsia.
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