EL NUEVO INGREDIENTE DE LA VIDA

Durante años, los científicos se han cuestionado cuál es el primer componente que dio origen a la vida. Pues, no fue suficiente con tener un planeta con unas condiciones atmosféricas óptimas, sino que se necesitó algún otro "ingrediente".

Un gran número de científicos creen que la existencia de la vida se la debemos al ácido ribonucleico (ARN), muy similar al ácido desoxirribonucleico (ADN), que se encarga de almacenar información y transferirla, para posteriormente poder producirse la síntesis de proteínas.

Los investigadores comenzaron por corroborar sus hipótesis sobre el ARN. Para hacerlo, debían encontrar aquellos elementos que al reaccionar habían dado lugar a los cuatros nucleótidos que componen las cadenas de ARN: adenina, guanina, citosina y uracilo (A,G,C y U); así como la forma en la que éste se almacenó y se replicó. 

Hasta el momento los estudios se habían centrado en la síntesis de citosina y uracilo únicamente, y bajo las condiciones de hace millones de años, los resultados obtenidos habían sido muy satisfactorios. Pero, no sucedía lo mismo con la adenina o guanina, y su razón ha sido recientemente descubierta por un estudio realizado en la Universidad Estadounidense de Harvard. 

En vez de la guanina, el ADN podría haberse basado en un sustituto, la inosina (I). El estudio sugiere que la vida podía haber surgido a partir de A, C, I y U; nucleobases distintas de las que forman el ARN actualmente. Estas conclusiones surgieron con motivo de los productos secundarios no deseados que se habían obtenido al tratar de sintetizar adenina y guanina en las condiciones de la Tierra primigenia. Se trata de bases nitrogenadas que pertenecen a las purinas, por ello utilizaron dichos sustitutos para comprobar si alguno de ellos podría haber sido el origen de la vida.

La adenina fue sustituida por la 8-oxo-adenosina y la guanina por la 8-oxo-inosina. Intentaron llevar a cabo la replicación de este ARN que habían creado, pero el ARN que obtuvieron no se replicaba a una velocidad adecuada y durante el proceso corría el riesgo de desintegrarse. El equipo de investigadores, al obtener tales resultados creía haber fracasado en su intento. Sin embargo, se les ocurrió realizar la misma práctica pero esta vez con la inosina, que tenía una estructura muy similar a la 8-oxo-inosina pero con un oxígeno menos. Sorprendentemente, en este caso la replicación fue muy rápida, eficaz y sin errores.

El estudió concluyó así demostrando que las primeras moléculas de ARN podrían haberse formado a partir de inosina en vez de guanina y, como consecuencia, habría sido el precursor de la vida en el planeta Tierra. Con esta información, los científicos podrían llegar a buscar en otros planetas con unas condiciones similares a las de la Tierra primigenia, los ingredientes para la vida.

Fuentes: RTVE, Hipertextual

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