VACUNA DE ADN CONTRA EL ALZHEIMER

El Alzheimer es una enfermedad que se caracteriza por un deterioro progresivo del cerebro a medida que las neuronas se destruyen, afecta sobre todo a la vejez y cada vez es más común.

Según el Informe mundial sobre el Alzheimer, hay más de 46 millones de personas en todo el mundo que sufren demencia y los científicos alertan que su número se puede duplicar de aquí al año 2050.

En España, esta enfermedad afecta a uno de cada cuatro hogares, tal como declaran la Confederación Española de Alzheiner (CEAFA) y la Fundación Alzheimer España.

En la lucha por descubrir posibles soluciones para el Alzheimer, un grupo de científicos del Instituto del Cerebro Peter O' Donnell Jr. de la UT Southwestern, en Estados Unidos, han descubierto una vacuna de ADN, que reduce la acumulación en el cerebro de tau y codifica un segmento de beta-amiloide, los dos tipos de proteínas tóxicas que matan las células cerebrales a medida que se propagan en forma de placas y ovillos mortales y desencadenan la enfermedad.

El estudio se ha llevado a cabo con ratones, pero los responsables de esta investigación creen que también esta vacuna puede ser segura para los seres humanos, porque no desencadena una inflamación cerebral severa, como ocurría con otros tratamientos anteriores con anticuerpos, aunque todavía hay que probar su eficacia en paciente que sufren este tipo de demencia.

Este trabajo es la culminación de una década de investigación, que según destaca Roger Rosenberg, director fundador del Centro de Enfermedad de Alzheimer en Utah (EE.UU.), ya se está más cerca de probar su eficacia en personas.

A principios de este año los científicos de UT Southwestern, descubrieron el punto preciso en el cual una molécula de tau sana se vuelve dañina pero que aún no ha formado ovillos en el cerebro.

La idea de Rosenberg es inyectar en la piel el ADN codificado para amiloide, en lugar de hacerlo en el músculo, con el objetivo de producir un tipo de respuesta inmune diferente. Las células cutáneas inyectadas forman una cadena de tres moléculas de beta-amiloide (Abeta42), y el cuerpo responde produciendo anticuerpos que inhiben la acumulación de amiloide e indirectamente también de tau.

En este estudio con ratones, la vacuna provocó una reducción del 40% de la proteína beta-amiloide y del 50% en la tau, sin provocar la inflamación del cerebro.

Si estos resultados se consiguen también en humanos, se podría reducir en cinco años la aparición de esta grave enfermedad y esto sería un gran avance para los pacientes y sus familias, según ha explicado la doctora Doris Lambracht-Washington, autora principal de este proyecto liderado por el Southwestern Medical Center de Utah y el número de casos de demencia podría reducirse a la mitad.

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