El reciente estudio publicado en el Nature Communications muestra que unas proteínas denominadas RAS presentes en el complejo de Golgi, un orgánulo celular, pueden presentar diferentes formas de actuación dependiendo de su localización en las membranas celulares.
Se sabe que el gen RAS es uno de los genes que se ve alterado con mayor frecuencia en tumores humanos, cerca del 30% de los casos, y sus mutaciones tienden a transformar células sanas y cancerosas, que posteriormente si continuan sufriendo más alteraciones genéticas son las que darán lugar a los tumores.
Además, se conoce que una de las características funcionales de dicha proteína protumoral es que se encuentra en la membrana celular situada y anclada en diferentes estructuras presentes en ella, lo cual no parecía tener trascendencia hasta ahora, ya que se creía que actuaba de la misma manera con independencia de su localización en la célula.
Sin embargo, este estudio ha demostrado que la localización celular de dicho gen influye en su regulación y actuación, lo que es más, se ha observado que las proteínas RAS presentes en el aparato de Golgi, únicamente son activadas mediante estímulos extracelulares que inhiben el crecimiento celular.
Como consecuencia se ha descubierto que se puede frenar el crecimiento de un gran número de células y posteriormente matarlas mediante apoptosis, un mecanismo celular. Todo esto gracias a la activación específica que se produce en las proteínas RAS de dicho orgánulo.
Esta investigación se ha llevado a cabo por un grupo de científicos españoles entre los que han participado el grupo del doctor Xosé R. Bustelo, perteneciente al Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca y al CIBERONC junto con otros grupos pertenecientes a las universidades de Navarra, Manchester y La Jolla (EE.UU.) y ha sido dirigida por el doctor Piero Crespo, miembro del Instituto de Biomedicina y Biotecnología de Cantabria (IBBTEC).
Se ha podido comprobar mediante el estudio en animales que las formas activas de esta proteína también localizadas en el aparato de Golgi realiza la misma función impidiendo el crecimiento de las células cancerígenas, en este caso de un melanoma, un tipo de cáncer de piel. Por el contrario, se ha comprobado que según lo previsto puede acelerar el crecimiento de dichas células si se encuentra en otra región diferente de la misma.
Esta investigación ha permitido además conocer cuál es el mecanismo de mediación antitumoral de las proteínas RAS de este orgánulo. Y se ha visto que la activación de la fosfatasa PTPRk es clave, pues se encarga de inactivar la vía de señalización protumoral que regulan las RAS.
La importancia de dicha investigación viene además determinada por la aparición de una potencial vía que permitiera atacar a las células tumorales que poseyesen mutaciones oncogénicas en el gen RAS, mediante la fabricación de nuevos fármacos cuya actuación fuera anclar y/o dirigir a estas oncoproteínas hasta el aparato de Golgi.
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