La enfermedad no hepática conocida comúnmente como hígado graso no alcohólico ha superado a la enfermedad hepática provocada por exceso de consumo de alcohol e incluso a la cirrosis. Las estadísticas afirman que esta enfermedad afecta a alrededor de mil millones de personas en el mundo. Suele descubrirse esta enfermedad cuándo se realiza una ecografía del hígado por otros motivos.
La revista Cell Metabolism, ha publicado un estudio el cuál podría ayudar a conocer mejor cómo se desarrolla esta enfermedad hepática.
Todo comenzó cuando Jing Yuan una microbióloga del Instituto Capital de Pediatría de Beijing y autora principal del proyecto, atendió a un hombre de 27 años. Presentaba episodios de intoxicación inexplicables de 10 años de evolución, que había ido empeorando a lo largo del tiempo.
En un principio todo apuntaba a que este individuo era bebedor, por lo tanto decidieron realizarle un control de alcoholemia, y por supuesto estaba en un estado de embriaguez considerable debido a los niveles de alcohol en su sangre, pero lo curioso es que el hombre estaba completamente seguro que no había consumido ni una sola gota de alcohol. De hecho, continuó, cuando consumía algún tipo de refresco llegaba a sufrir síntomas de intoxicación etílica sin ninguna explicación.
Previamente este hombre había sido diagnosticado de síndrome de embriaguez automática o síndrome de autodestilación. Esta enfermedad tan rara hace que las persones se "emborrachen" al consumir alimentos ricos en almidón o ricos en azúcares libres.
Probablemente esta patología este causada por la fermentación intestinal, donde el microbioma desempeña un papel super importante, pero también se requieren una gran cantidad de levaduras intestinales.
Por desgracia para este individuo el tratamiento no tuvo éxito. Sin embargo al realizarle biopsias le identificaron signos de esteatohepatitis no alcohólica o NASH en sus siglas inglesas. Este hombre fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para monitorizarlo. Cuando comió un alimento rico en azúcar si nivel de alcohol sanguíneo se incrementó un 400 mg/dl, es decir por su sangre había 15 tragos de un whisky del 40%.
Gracias a que se sabe que algunos microorganismos pueden metabolizar los azúcares y convertirlos en alcohol, Yuan y su equipo analizó un número de muestras de heces del hombre, en distintos momentos, para poder así detectar fragmentos de ADN bacteriano específicos de cada especie. Se descubrió que cuanto más alcohol en sangre se le detectaba, había hasta un 18,8% de bacterias tipo K, hasta 900 veces más de lo normal.
Además cuando se colocaban dichas bacterias en un medio de levadura y azúcar, se podían aislar las cepas que producían alcohol y en qué intensidad lo producían.
Actualmente se sabe que la obesidad y la diabetes tienen una estrecha relación con el NAFLD, pero no se conoce el mecanismo por el cual la grasa llega a acumularse alrededor del hígado en miles de millones de personas alrededor del planeta. Algunos estudios posteriores habían llegado a la conclusión que esta enfermedad estaba relacionada con las bacterias intestinales, pero esto ha causado mucho revuelo, dado que la complejidad de la flora intestinal humana dificulta la clasificación de las diferentes especies bacterianas y su contribución a esta u otras enfermedades.
Un nuevo estudio publicado por la revista Cell Metabolism sugirió que una cepa específica de la bacteria KLEBSIELLA PNEUMONIAE se encontraría en grandes cantidades en los individuos que sufren hígado graso. Sabiendo esto analizaron las heces de 43 pacientes con hígado graso, 32 de los cuales padecían la forma NASH, para compararlas con las muestras de las personas sanas. Se volvieron a detectar altos niveles de cepas de K.
En teoría una persona que sufre de hígado graso no alcohólico no tiene por qué emborracharse sin beber alcohol, por tanto estos resultados sugieren que administrar glucosa oral, o bien alimentos muy ricos en azúcares libres en pacientes que ya sufre hígado graso no alcohólico sí puede dar lugar a una embriaguez sin necesitar alcohol.
Se sabe que el paciente inicial se pudo recuperar de su síndrome de embriaguez automática tras tomar antibióticos y cambiar radicalmente su dieta, además mejoró su hígado graso en forma NASH.
Fuentes: El Español, BBC.
La revista Cell Metabolism, ha publicado un estudio el cuál podría ayudar a conocer mejor cómo se desarrolla esta enfermedad hepática.
Todo comenzó cuando Jing Yuan una microbióloga del Instituto Capital de Pediatría de Beijing y autora principal del proyecto, atendió a un hombre de 27 años. Presentaba episodios de intoxicación inexplicables de 10 años de evolución, que había ido empeorando a lo largo del tiempo.
En un principio todo apuntaba a que este individuo era bebedor, por lo tanto decidieron realizarle un control de alcoholemia, y por supuesto estaba en un estado de embriaguez considerable debido a los niveles de alcohol en su sangre, pero lo curioso es que el hombre estaba completamente seguro que no había consumido ni una sola gota de alcohol. De hecho, continuó, cuando consumía algún tipo de refresco llegaba a sufrir síntomas de intoxicación etílica sin ninguna explicación.
Previamente este hombre había sido diagnosticado de síndrome de embriaguez automática o síndrome de autodestilación. Esta enfermedad tan rara hace que las persones se "emborrachen" al consumir alimentos ricos en almidón o ricos en azúcares libres.
Probablemente esta patología este causada por la fermentación intestinal, donde el microbioma desempeña un papel super importante, pero también se requieren una gran cantidad de levaduras intestinales.
Por desgracia para este individuo el tratamiento no tuvo éxito. Sin embargo al realizarle biopsias le identificaron signos de esteatohepatitis no alcohólica o NASH en sus siglas inglesas. Este hombre fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos para monitorizarlo. Cuando comió un alimento rico en azúcar si nivel de alcohol sanguíneo se incrementó un 400 mg/dl, es decir por su sangre había 15 tragos de un whisky del 40%.
Gracias a que se sabe que algunos microorganismos pueden metabolizar los azúcares y convertirlos en alcohol, Yuan y su equipo analizó un número de muestras de heces del hombre, en distintos momentos, para poder así detectar fragmentos de ADN bacteriano específicos de cada especie. Se descubrió que cuanto más alcohol en sangre se le detectaba, había hasta un 18,8% de bacterias tipo K, hasta 900 veces más de lo normal.
Además cuando se colocaban dichas bacterias en un medio de levadura y azúcar, se podían aislar las cepas que producían alcohol y en qué intensidad lo producían.
Actualmente se sabe que la obesidad y la diabetes tienen una estrecha relación con el NAFLD, pero no se conoce el mecanismo por el cual la grasa llega a acumularse alrededor del hígado en miles de millones de personas alrededor del planeta. Algunos estudios posteriores habían llegado a la conclusión que esta enfermedad estaba relacionada con las bacterias intestinales, pero esto ha causado mucho revuelo, dado que la complejidad de la flora intestinal humana dificulta la clasificación de las diferentes especies bacterianas y su contribución a esta u otras enfermedades.
Un nuevo estudio publicado por la revista Cell Metabolism sugirió que una cepa específica de la bacteria KLEBSIELLA PNEUMONIAE se encontraría en grandes cantidades en los individuos que sufren hígado graso. Sabiendo esto analizaron las heces de 43 pacientes con hígado graso, 32 de los cuales padecían la forma NASH, para compararlas con las muestras de las personas sanas. Se volvieron a detectar altos niveles de cepas de K.
En teoría una persona que sufre de hígado graso no alcohólico no tiene por qué emborracharse sin beber alcohol, por tanto estos resultados sugieren que administrar glucosa oral, o bien alimentos muy ricos en azúcares libres en pacientes que ya sufre hígado graso no alcohólico sí puede dar lugar a una embriaguez sin necesitar alcohol.
Se sabe que el paciente inicial se pudo recuperar de su síndrome de embriaguez automática tras tomar antibióticos y cambiar radicalmente su dieta, además mejoró su hígado graso en forma NASH.
Fuentes: El Español, BBC.
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