Investigadores de la Universidad de Mánchester en el Reino Unido están intentando encontrar nuevas formas de reducir el impacto de la huella de carbono, probablemente uno de los desafíos más importantes en la actualidad.
El proyecto está liderado por el profesor Nigel Scrutton , director del Instituto de Biotecnología de Mánchester, y gracias al aporte económico de la ORN Global (Oficina Global de Investigación Científica de la Armada de los Estados Unidos).
Los científicos descubrieron una bacteria llamada Halomonas, que se encuentra en el agua de mar. El objetivo propuesto es obtener a partir de la biología sintética productos químicos, que puedan ser utilizados como combustible para aviones.
Dicho proceso es limpio, barato y los recursos primarios para este proceso como agua de mar son abundantes.
En lugar de extraer el petróleo, proceso costoso y muy perjudicial para el medio ambiente, la clave está en modificar los genes de esta bacteria localizada en el agua de mar para que consiga producir los compuestos químicos que deseamos.
Una de las mayores ventajas es la posibilidad de producción del combustible directamente a bordo de barcos, pero no es la única; el hidrocarburo producido puede ser utilizado en los motores de barcos y aviones, sin necesidad de modificarlos.
Fuentes: NCYT, HISTORY
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