Los lípidos, además de ser una gran fuente de energía para los bebés prematuros, dan un impulso cerebral necesario al incrementar el volumen cerebral global durante las cuatro primeras semanas de vida. También aumentan las dimensiones de las regiones involucradas en las actividades motoras y de memoria, según una investigación presentada en la Reunión Anual de las Sociedades Académicas de pediatría de este año 2019.
La científica Catherine Liemperopoulos afirma que la ingesta de lípidos durante el primer mes de vida se vincula a un aumento del volumen cerebral general en comparación con los micronutrientes aportados por hidratos de carbono y proteínas. También añade que a las dos semanas de vida se observa un aumento del cerebelo a través de resonancias magnéticas y a las cuatro semanas los lípidos aumentan el volumen total del cerebro e incrementan la magnitud del cerebelo, el tronco cerebral y la amígdala-hipocampo.
Según los CDC, los bebés prematuros son más vulnerables debido a que las regiones que desempeñan las funciones vitales en actividades motoras y cognitivas comienzan su desarrollo al final del embarazo, por lo que si estos bebés han nacido antes carecen de este desarrollo tan imprescindible. Estos mismos científicos analizaron el signo de ingesta de lípidos en el primer mes de vida en el cerebro de bebés con poco peso al nacer y vieron que son muy débiles al retraso del crecimiento y el deterioro neurocognitivo.
La ingesta de lípidos, administrada vía sanguínea, es debida a su poca preparación para ingerir y absorber los alimentos lácteos. Hay grandes debates debido a esto, ya que no se sabe el momento exacto cuando se tiene que proporcionar, aunque se ha comprobado que no se han observado beneficios hasta el quinto día de vida. Los lípidos aportan vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.
A lo largo de los años se han recogido muchos datos de bebés que nacieron prematuros que ayudan a mejorar el conocimiento sobre el desarrollo de su cerebro. La investigación futura examinará el momento óptimo y el volumen de los lípidos para estimular el desarrollo cerebral de estos bebés.
Fuentes: InfoSalus, Cochrane, ICNS, ScienceDirect
La ingesta de lípidos, administrada vía sanguínea, es debida a su poca preparación para ingerir y absorber los alimentos lácteos. Hay grandes debates debido a esto, ya que no se sabe el momento exacto cuando se tiene que proporcionar, aunque se ha comprobado que no se han observado beneficios hasta el quinto día de vida. Los lípidos aportan vitaminas liposolubles y ácidos grasos esenciales.
A lo largo de los años se han recogido muchos datos de bebés que nacieron prematuros que ayudan a mejorar el conocimiento sobre el desarrollo de su cerebro. La investigación futura examinará el momento óptimo y el volumen de los lípidos para estimular el desarrollo cerebral de estos bebés.
Fuentes: InfoSalus, Cochrane, ICNS, ScienceDirect
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