LOS MEJILLONES, ¿NUEVA TÉCNICA PARA FILTRAR EL AGUA?

Estos moluscos bivalvos aspiran cualquier sustancia del agua, desde microplásticos hasta pesticidas, llegando a filtrar hasta 25 litros de agua diarios para alimentarse de fitoplancton, por lo que resultan ser unos bioacumuladores excelentes para limpiar el medio marino.

Los mejillones se adhieren a infinidad de sustratos debido a las interacciones hidrofóbicas y electroestáticas que posee su dopa, según varios científicos.

Estos moluscos tienen unas propiedades adhesivas en sus hebras, que podrían purificar y depurar el agua y limpiar derrames de petróleo en el mar. Todo esto serían medidas sanitarias enfocadas para el consumo humano.

Como los mejillones son afectados directos de la contaminación de los mares- la principal culpa la tenemos los humanos al verter toneladas de plástico e infinidad de residuos que lo único que hacen es perjudicar al medio marino y así afectarnos indirectamente a nosotros mismos, ya que nos comemos los animales de dicho medio y toda esta contaminación viene a nuestro cuerpo como "consecuencia" del mal que hacemos- se llevan utilizando mucho tiempo para observar si el agua está en las correctas condiciones, es decir, que son bioindicadores. Esto no solo se utiliza para ver la calidad de los mares, sino también para los ríos y lagos.

Aunque estos bivalvos suelen ser considerados una molestia para las industrias marinas porque colonizarán superficies sumergidas, los mejillones han servido de inspiración para muchas innovaciones con el fin de suavizar el daño ambiental a los entornos marinos después de los derrames de petróleo, y, además, se cree que estas medidas pueden producirse a gran escala. También han inspirado avances en la tecnología de purificación del agua, capaces de eliminar materiales pesados, contaminantes orgánicos y agentes patógenos de las aguas residuales. Antes de llevar a cabo todos estos avances, los científicos aun tienen que comprender las relaciones estructura-propiedad de los productos químicos sugeridos por los mejillones, como la polidopamina, y para entender la compleja red de aminoácidos que contribuyen a su propiedad adhesiva.

La científica Leïla Meistertzheim y su equipo instalaron nasas de mejillones en las costas de las desembocaduras de los ríos Támesis, Elbas y Sena y tras un mes fueron recolectados, disecados y congelados para contar las partículas atrapadas y ver si en los tejidos había aditivos químicos. La idea de cubrir los mares con parques de mejillones no es más que una ilusión en estos momentos.

Estos moluscos también actúan contra la bacteria E-coli, suspendiéndola y desactivándola.

Como he comentado anteriormente, los microplásticos son uno de los principales problemas para la vida marina y la humana. Cada semana ingerimos cinco gramos de plástico que se encuentran en cualquier animal marino que comamos, hasta en la concha de los mejillones. Un estudio aparecido en Environmental Pollution en 2018 afirma que por cada 100 gramos de carne ingeridos, tomamos 70 pedazos de plástico, según las muestras obtenidas de mejillones recolectados en Reino Unido.

Fuentes: LasProvincias, iAgua, As

Comentarios