ADIÓS A LOS PINCHAZOS DE INSULINA

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Cada año 386.000 personas son diagnosticadas de diabetes mellitus tipo 2 en España y estos son datos del estudio di@bet.es realizado entre 2016 y 2017.

Muchos medicamentos, especialmente aquellos hechos de proteínas, no pueden tomarse por vía oral porque se descomponen en el tracto gastrointestinal antes de que puedan surtir efecto, así ocurre, por ejemplo con la insulina que deben inyectarse diariamente, incluso varias veces al día, los enfermos de diabetes.

Los ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, de sus siglas en inglés), que trabajan con científicos de Novo Nordisk, han diseñado una nueva cápsula de medicamentos que puede transportar insulina u otros fármacos proteicos y protegerlos del ambiente hostil del tracto gastrointestinal.

Langer, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Mecánica del MIT, y Giovanni Traverso, gastroenterólogo en el Hospital Brigham and Women's, son los autores principales del estudio, que aparece en Nature Medicine (revista médica).

Langer y Traverso habían desarrollado previamente varias estrategias novedosas para la administración oral de medicamentos que generalmente deben inyectarse. Esos esfuerzos incluyen una píldora cubierta con muchas agujas pequeñas, así como estructuras en forma de estrella que se despliegan y pueden permanecer en el estómago de días a semanas mientras liberan medicamentos. "Gran parte de este trabajo está motivado por el reconocimiento de que tanto los pacientes como los proveedores de atención médica prefieren la vía de administración oral sobre la inyectable", dice Traverso

A principios de este año desarrollaron una cápsula del tamaño de un arándano que contiene una pequeña aguja hecha de insulina comprimida. Al llegar al estómago, la aguja inyecta el medicamento en el revestimiento del estómago. En el nuevo estudio, los investigadores se propusieron desarrollar otra que pudiera inyectar su contenido en la pared del intestino delgado.

Imagen relacionada"La mayoría de los medicamentos se absorben a través del intestino delgado", dice Traverso. En parte, debido "a su área de superficie extremadamente grande: 250 metros cuadrados, o aproximadamente del tamaño de una cancha de tenis. Además, carece de receptores de dolor en esta parte del cuerpo, lo que potencialmente permite microinyecciones en el intestino delgado sin ocasionar molestias para administrar medicamentos como la insulina", recuerda el experto.

Para permitir que su cápsula llegue al intestino y realice estas microinyecciones, los investigadores la recubrieron con un polímero que puede sobrevivir en el ambiente ácido del estómago, que tiene un pH de 1,5 a 3,5. Cuando la cápsula alcanza el intestino delgado, el pH más alto (alrededor de 6) hace que se abra y se desplieguen tres brazos cruzados dentro de la cápsula.

Cada brazo contiene parches de microagujas de 1 milímetro de largo que pueden transportar insulina u otras drogas. Cuando los brazos se abren, la fuerza de su liberación permite que las pequeñas microagujas penetren en la capa superior del tejido del intestino. Después de la inserción, estas se disuelven y liberan el medicamento.
                                                                                       
 Los investigadores utilizaron insulina para demostrar el nuevo sistema de suministro de la droga, pero creen que podría ser utilizada para administrar otras a base de proteínas, como hormonas, enzimas o anticuerpos.

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