
Y sin embargo, a pesar de los siglos transcurridos, el poder sigue tratando de cambiar las investigaciones científicas por ley o por fuerza.
Dos ejemplos de actualidad acaban de tener lugar tanto en nuestra propia casa como el el corazón del imperio americano:
En el estado de Ohio (EEUU) quieren aprobar una nueva ley que permite que las respuestas del examen sean científicamente incorrectas si se fundan en creencias religiosas https://buff.ly/2XpcXXt.
Y en Mérida (Spain) el ayuntamiento exige (sic) una rectificación a los científicos que dudan del acueducto https://buff.ly/32UkHBQ.
La Inquisición sigue viva, aunque adopte formas modernas y distintas. Sólo nos queda replicar "eppur si muove" y que San Darwin nos coja confesados. 🚴🐻
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