EPPUR SI MUOVE

La famosa (y casi con total seguridad, apócrifa) frase atribuida a Galileo frente al tribunal de la Inquisición, que pretendía que abjurase de sus descubrimientos científicos, es el máximo ejemplo de cómo el poder (religioso, económico, político) ha tratado de que los hechos se adapten a sus intereses. Pero los hechos son tozudos y su prohibición es inútil y ridículamente patética.

Y sin embargo, a pesar de los siglos transcurridos, el poder sigue tratando de cambiar las investigaciones científicas por ley o por fuerza.

Dos ejemplos de actualidad acaban de tener lugar tanto en nuestra propia casa como el el corazón del imperio americano:

En el estado de Ohio (EEUU) quieren aprobar una  nueva ley que permite que las respuestas del examen sean científicamente incorrectas si se fundan en creencias religiosas https://buff.ly/2XpcXXt.

Y en Mérida (Spain) el ayuntamiento exige (sic) una rectificación a los científicos que dudan del acueducto https://buff.ly/32UkHBQ.

La Inquisición sigue viva, aunque adopte formas modernas y distintas. Sólo nos queda replicar "eppur si muove" y que San Darwin nos coja confesados.  🚴‍🐻

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